Finanzas

La crisis fiscal sacude de nuevo a Reino Unido: el bono a 10 años alcanza máximos desde 2008

2025-01-08

Autor: Manuel

Reino Unido se encuentra nuevamente en el centro de atención de los inversores, debido a movimientos significativos en el mercado de deuda. Con el aumento de la presión inflacionaria a nivel global, impulsada por las propuestas arancelarias del nuevo presidente estadounidense, Donald Trump, la rentabilidad del bono británico a diez años ha ascendido a un alarmante 4,79%, un nivel no visto desde octubre de 2008. Esta situación pone en entredicho la capacidad del gobierno británico para gestionar sus finanzas públicas y sus planes fiscales.

Mathew Ryan, jefe de estrategia de mercado en Ebury, advierte que, aunque el incremento de las rentabilidades no es tan agudo como el descontrolado aumento de 2022, todavía hay que tener en cuenta el impacto que los tipos de interés más altos tendrán en la economía, especialmente en lo relativo a las hipotecas.

A pesar del aumento en los rendimientos de los bonos, el Tesoro británico ha realizado una significativa subasta de deuda, vendiendo 4.250 millones de libras en bonos a cinco años, lo que marca la mayor colocación de este tipo en la última década. Este movimiento, que tradicionalmente se utiliza para determinar las tasas de interés en hipotecas de tipo fijo, contó con una demanda tres veces superior a la oferta, cerrándose a un tipo de interés medio del 4,490%.

Este reciente repunte en los rendimientos coincide con las nuevas medidas fiscales propuestas por la ministra de Hacienda, Rachel Reeves, que busca establecer disciplina fiscal en un entorno económico que ya enfrenta debilidades, tanto a nivel nacional como en la eurozona, principal socio comercial de Reino Unido. Steven Bell, economista en Columbia Threadneedle Investments, señala que además de la creciente inflación global, el gobierno está sometido a presiones debido a la escalada de impuestos y gastos que se están proyectando. Sin un aumento en la productividad, estas medidas podrían llevar a un aumento del desempleo y más cierres de empresas.

Los expertos de ING subrayan que, aunque estos niveles de tipos de interés son insostenibles a largo plazo, no es fácil prever un cambio en la dirección a corto plazo. Además, se anticipa que la inflación podría disminuir, pero para que los mercados confíen en esto, necesitarán cifras demostrativas más favorables. La incertidumbre sobre las políticas de gasto del Partido Laborista continúa generando inquietud, lo que contrasta con un sentimiento negativo en el mercado de bonos.

En el ámbito de las divisas, la libra esterlina ha caído un 0,88% frente al dólar, alcanzando niveles no vistos desde abril de 2024. Matthew Ryan advierte que la ansiedad económica está robando confianza a los operadores. Ayer, la libra cayó por debajo de 1,25 dólares, un movimiento que responde a la fortaleza del dólar estadounidense. Mientras tanto, la fortaleza del dólar sigue afectando negativamente a la libra, que se ha convertido en una de las monedas de peor rendimiento entre las principales del G10.

Con solo dos semanas para la toma de posesión del nuevo presidente estadounidense, que ya ha insinuado la posibilidad de nuevos aranceles sobre Canadá, México y Panamá, los mercados están a la expectativa. Los expertos, como Sebastian Paris Horvitz de LBP AM, advierten que los comentarios desestabilizadores de la administración republicana podrían generar volatilidad en los mercados. Las amenazas proteccionistas son vistas como un riesgo considerable para la inflación, lo que, sumado a los desequilibrios de las economías más grandes, está impulsando el aumento en los rendimientos a largo plazo en ambos lados del Atlántico.

Reino Unido se enfrenta a un escenario incierto, donde las decisiones que tome su gobierno serán cruciales para determinar la estabilidad económica futura y la confianza de los inversores.