La reciente DANA ha dejado un rastro devastador en la Comunitat Valenciana, afectando no solo al pequeño comercio, sino también a las infraestructuras, el medio ambiente y la calidad de vida de miles de ciudadanos. Desde el inicio de la tragedia, se ha hecho difícil valorar el daño económico real. Sin embargo, un mes y medio después, los datos han comenzado a fluir y las instituciones están comenzando a catastrofizar el impacto de esta calamidad.

Las estimaciones iniciales del Consejo General de Economistas indicaban daños de aproximadamente 16.600 millones de euros, lo que representa un 1,3% del PIB nacional. Sin embargo, a medida que las semanas avanzan, la cifra ha ascendido a un asombroso total de 22.102 millones de euros, superando la marca inicial y afectando a 15.700 empresas, lo que representa el 9% del total en la provincia de Valencia. Esta situación ha llevado a la pérdida de 92.000 empleos, un 8% del total de la fuerza laboral de la región, dejando graves secuelas en el mercado laboral.

El impacto en educación y sanidad es devastador

Las regiones más afectadas han sido la educación y la sanidad. La Conselleria de Educación calcula que se necesitan 1.135 millones de euros para la reparación de escuelas y la provisión de aulas temporales, mientras que el sector sanitario ha solicitado urgentemente 108 millones para reconstruir los centros de salud, que fueron severamente dañados. Las obras ya están en marcha, pero el impacto en la salud de la población podría sentirse a largo plazo.

Un tejido empresarial en crisis

La Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV) estima que las pérdidas para el tejido empresarial ascienden a 9.365 millones de euros; si se incluyen sectores como la construcción y el transporte, la cifra total se eleva a 13.314 millones. Con más de 5.200 comercios golpeados, y un 25% - 40% en riesgo de no volver a abrir, las consecuencias en la economía local son preocupantes y de largo alcance. La Cámara de Valencia ha reportado que el impacto en el comercio puede superar los 1.843 millones de euros.

Cultura y medio ambiente bajo amenaza

El ámbito cultural no ha sido ajeno a esta catástrofe, con estimaciones que cifran los daños en 153,3 millones de euros, y más de 564 Bienes de Interés Cultural contaminados por las aguas. El sector medioambiental también ha sufrido significativamente, con daños en el Parque Natural del Turia valorados en 21,5 millones de euros.

Infraestructuras devastadas

El panorama es desolador: carreteras, puentes y vías se han visto severamente dañadas. La recuperación de las infraestructuras de transporte podría costar hasta 2.600 millones de euros. Asimismo, las estimaciones de daños en vehículos ya se mantienen en 3.500 millones de euros, siendo las aseguradoras incapaces de cubrir todas las pérdidas.

Agricultura, deporte y vivienda: un futuro incierto

Las pérdidas en el sector agrícola aún no están completamente calculadas, pero se necesitan miles de millones para recuperar infraestructuras. En el ámbito deportivo, 37 instalaciones han sufrido daños, y se espera una inversión de 20 millones para su reparación.

Mientras tanto, el departamento de Servicios Sociales ha asignado 60 millones para brindar asistencia, aunque la magnitud de la necesidad es aún incierta.

La situación actual es una llamada de atención para las autoridades y la sociedad, necesarias para reconstruir y reactivar la economía, pero también plantea interrogantes sobre cómo mitigar futuras catástrofes. ¿Estamos realmente preparados para enfrentar estos eventos extremos? La respuesta sigue siendo un misterio aterrador.