La vicepresidenta de EE.UU. y candidata demócrata a la Casa Blanca, Kamala Harris, ha evadido calificar al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, como un "aliado cercano" de Estados Unidos en una reciente entrevista en el programa 60 Minutes de CBS. Durante la conversación con el presentador Bill Whitaker, se abordó la compleja situación del conflicto en Gaza y la creciente tensión en Oriente Medio.

Whitaker preguntó directamente a Harris: "¿Tenemos realmente a un aliado cercano en el primer ministro Netanyahu?" A lo que ella respondió: "Creo, con todo el respeto, que la mejor pregunta es si tenemos una alianza importante entre el pueblo americano y el pueblo israelí. Y la respuesta a esa pregunta es sí". Esta declaración puede interpretarse como una señal de las tensiones subyacentes en la relación entre la actual administración y el gobierno israelí.

El periodista continuó planteando inquietudes sobre cómo la administración Biden ha manejado su relación con Israel desde los eventos críticos del 7 de octubre. Mientras Estados Unidos ha expresado un apoyo inquebrantable hacia Israel, algunos sugieren que Tel Aviv está tomando decisiones de manera autónoma que pueden no alinearse con los intereses estadounidenses.

Harris defendió el enfoque diplomático de la administración, señalando que se está trabajando para establecer una clara comunicación de principios al liderazgo israelí. Sin embargo, Whitaker insistió en que parecía que Netanyahu no estaba escuchando. La vicepresidenta respondió que su compromiso con lo que es necesario para EE.UU. sigue firme y que es crucial dejar claro dónde se posicionan sobre la urgencia de poner fin al conflicto.

La postura de Harris plantea interrogantes sobre el futuro de las relaciones entre ambos países y la dirección que tomará la política exterior estadounidense en Oriente Medio. A medida que la situación se intensifica, muchos observadores se preguntan si habrá un cambio en la estrategia de EE.UU. hacia Israel y cómo esto afectará la dinámica de la región.