Julia Otero: "El cambio climático mata, pero también mata la ignorancia, la incompetencia y la soberbia"
2024-11-02
Autor: Lucia
Hoy todos sentimos un profundo dolor ante las devastadoras imágenes de las aguas furiosas que han dejado una huella imborrable en nuestras comunidades. Estas imágenes nos recuerdan con crudeza que la naturaleza siempre tiene la última palabra, ya que estuvo aquí mucho antes que nosotros.
Más de 200 personas han sido reportadas como desaparecidas, una cifra que sigue aumentando y que es muy provisional. Estos compatriotas empezaron la semana como si fuera un día cualquiera, con sueños, ambiciones y planes para el futuro. Lamentablemente, muchas de estas vidas ya no están con nosotros.
Esto nos brinda una dura lección de humildad, especialmente a aquellos que vivimos en el primer mundo, en países prósperos. A menudo nos vemos atrapados en discusiones triviales, luchando por "gilipolleces", y es solo cuando la tragedia toca nuestras puertas, como una tormenta incontrolable, que nos damos cuenta de lo frágiles que somos.
Ahora es momento de rendir homenaje a los fallecidos, de luchar por encontrar a los desaparecidos y de ayudar a aquellos que, aunque sobrevivieron, han perdido todo lo que tenían. Este es el inmediato imperativo. Sin embargo, no podemos olvidar que luego de la tormenta vendrán las preguntas incómodas que requieren respuestas sinceras.
El cambio climático no es el único culpable de esta tragedia; la ignorancia, la incompetencia y la soberbia son actores que también han tenido un papel determinante. Durante años, hemos ignorado las señales de advertencia, y ahora enfrentamos las consecuencias de nuestra falta de acción y preparación.
La crisis climática no es un fenómeno distante, es una realidad que ya está afectando nuestras vidas y la de generaciones futuras. Es un llamado urgente a la acción. Desde aquí, abrazamos con solidaridad a todos aquellos que han sufrido pérdidas inimaginables y reafirmamos nuestro compromiso de luchar contra la indiferencia y la inacción ante esta creciente crisis. Necesitamos un cambio que vaya más allá de las palabras; es hora de actuar.