La 72ª edición del Festival de Cine de San Sebastián tuvo lugar anoche con su esperada gala inaugural. Este evento, uno de los más prestigiosos de España, reunió a celebridades del cine y entusiastas del séptimo arte en la deslumbrante capital guipuzcoana, que una vez más se vistió de gala para la ocasión.

Javier Bardem, el renombrado actor español mundialmente famoso, fue honrado con el Premio Donostia, la mayor distinción que otorga el festival. Sin embargo, la noche no estuvo exenta de controversia.

Bardem desató su ira tras ser víctima de lo que él mismo calificó de "encerrona" en un evento al que había asistido para rendir homenaje al fallecido director Bigas Luna. Según su denuncia, los organizadores lo habían engañado al informarle que se trataba de un tributo al icónico director, pero en realidad lo llevaron a una sesión promocional en el Hotel María Cristina.

"Esto es una encerrona", manifestó sin pelos en la lengua, antes de abandonar la sala enardecido. El intérprete dejó claro su descontento, señalando que el evento se había convertido en una comparecencia mediática en lugar de un homenaje significativo. "Esto se llama encerrona, es una pena porque al final estamos aquí para honrar a Bigas Luna. Era una cuestión de cinco minutos, y has creado una situación completamente diferente", agregó Bardem, evidenciando su frustración.

Este incidente ha despertado reacciones en las redes sociales, donde muchos seguidores del actor han expresado su apoyo, llamando a un mayor respeto hacia los artistas y sus intenciones durante eventos de este tipo. La situación plantea la pregunta: ¿Los festivales de cine están perdiendo su enfoque en el arte y la memoria de sus homenajeados? ¿Estamos viendo un cambio en la manera en que se celebran estos eventos? Sin lugar a dudas, la noche de gala dejó un sabor agridulce en la ciudad, y los ecos de la protesta de Bardem resonarán durante mucho tiempo.