Jaume Sastre-Garriga es neurólogo en Vall d’Hebron y director de la reputada revista ‘Multiple Sclerosis Journal’. Con más de 250 artículos publicados, su trabajo se centra en la esclerosis múltiple, y ha dedicado gran parte de su carrera a investigar esta enfermedad. Aunque ha enfrentado la dura realidad de dar malas noticias, Sastre-Garriga está convencido de que las buenas noticias son cada vez más frecuentes en el campo de la neurología.

El envejecimiento y enfermedades neurodegenerativas como Alzheimer y Parkinson están íntimamente relacionados, pero Sastre-Garriga sostiene que estas patologías no son inevitables con la edad. «Nuestro cuerpo está programado para un límite que no siempre alcanzamos por diversas patologías, pero estas enfermedades pueden ser frenadas en algún momento», afirma con optimismo.

La esclerosis múltiple es una enfermedad autoinmune que ataca el sistema nervioso central, y aunque no tiene cura en la actualidad, el avance de la medicina ha permitido una mejor identificación y tratamiento de los síntomas. Desde hace tres décadas, se ha pasado de no tener tratamientos a contar con una lista extensa de opciones. La detección temprana es crucial para minimizar el impacto de la enfermedad y mejorar la calidad de vida de los pacientes.

Además, Sastre-Garriga discute la dualidad entre neurología y psiquiatría, señalando que muchas enfermedades afectan a ambos campos. La relación entre mente y cerebro es compleja; la mente no está localizada en un único lugar del cuerpo, sino que es el resultado de la actividad cerebral.

En cuanto al impacto de la COVID-19, Sastre-Garriga señala que ha brindado un entendimiento más profundo sobre cómo los virus pueden afectar el sistema nervioso central, aunque las patologías neuroinflamatorias tras la infección son poco comunes. También se ha observado la importancia de la educación del paciente: Sastre-Garriga anima a que los pacientes se conviertan en expertos en sus propias enfermedades tras recibir un diagnóstico.

La pregunta que muchos se hacen es: ¿cómo prevenir enfermedades neurológicas? Sastre-Garriga indica que actividades intelectuales como resolver crucigramas o leer pueden contribuir a la 'reserva cognitiva', ayudando a proteger contra síntomas asociados a enfermedades como Alzheimer. Sin embargo, aclara que estas actividades no previenen la enfermedad en sí, sino que pueden ayudar a retrasar su manifestación.

Finalmente, plantea que la Inteligencia Artificial será una herramienta indispensable para los médicos del futuro, resaltando la importancia de usarla de manera ética y responsable. A medida que avanza la ciencia, Sastre-Garriga mantiene la esperanza de que en un futuro no tan lejano, podremos vivir en un mundo libre de estas devastadoras enfermedades.