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Israel y Hassan Nasrallah: Ataque aéreo devastador contra el cuartel general de Hezbolá en Beirut

2024-09-27

Israel ha realizado un ataque aéreo devastador contra el cuartel general de Hezbolá en Beirut, apuntando directamente al líder de la milicia, Hassan Nasrallah, quien es considerado un objetivo estratégico por el gobierno israelí.

Este ataque, llevado a cabo el pasado 27 de septiembre de 2024, ha dejado al menos seis muertos y más de 90 heridos, según fuentes de salud libanesas. Un alto funcionario estadounidense confirmó que Nasrallah era el blanco principal del ataque, aunque todavía no se ha verificado su ubicación durante la ofensiva.

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) describieron el ataque como "muy preciso", mientras que el portavoz de la FDI, el contraalmirante Daniel Hagari, declaró que se encontraban en proceso de verificar el impacto de la operación. El embajador israelí ante la ONU, Danny Danon, argumentó que se estaba llevando a cabo una "reunión de gente mala" en el lugar del ataque, aunque no confirmó la presencia de Nasrallah.

Por su parte, fuentes de Hezbolá han asegurado que su líder se encuentra a salvo, aunque no han realizado ninguna declaración oficial al respecto. Hezbolá, un grupo militar islamista aliado de Irán, ha sido un actor clave en la resistencia contra Israel, y su relación con Teherán se ha fortalecido a lo largo de los años.

La embajada de Irán en Beirut condenó el ataque, catalogándolo como una "escalada peligrosa que cambia el juego". El presidente iraní, Masoud Pezeshkian, lo calificó de crímen de guerra, subrayando la tensión en la región.

El ataque se centró en un complejo de seis edificios, de los cuales cuatro fueron destruidos, y las autoridades libanesas temen que el número de víctimas sea mayor, ya que muchos residentes podrían estar atrapados bajo los escombros. El ministro de Salud de Líbano, Firass Abiad, expresó su preocupación por la cantidad de personas aún no contabilizadas.

Coincidentemente, el ataque tuvo lugar en un contexto de esfuerzos diplomáticos para establecer un alto el fuego de 21 días entre Israel y Hezbolá, que parecían estar perdiendo impulso. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, reafirmó su postura de que el país se encuentra en una lucha inevitable contra "enemigos salvajes" que amenazan su existencia.

En respuesta al ataque, Hezbolá lanzó cohetes hacia varias ciudades israelíes, incluyendo Nahariya y Safed. Las FDI informaron de ataques en el sur de Líbano, apuntando a instalaciones que supuestamente contenían armas de la milicia. Además, el conflicto ha llevado a que 60,000 israelíes en el norte del país evacuen sus hogares, buscando refugio ante el aumento de las hostilidades y la constante amenaza de ataques.

La posibilidad de que el conflicto se expanda más allá de la frontera entre Líbano e Israel genera una creciente inquietud a nivel internacional, especialmente entre los diplomáticos que intentan contener una situación cada vez más volátil. La historia de Hassan Nasrallah, un líder carismático y temido, se entrelaza con el destino de Hezbolá y la política del Medio Oriente, dibujando un panorama complejo y tenso que podría escalar en cualquier momento.