En un emocionante relato que ha captado la atención de muchos, Abou Bassinga, un joven futbolista de 19 años, ha demostrado que la perseverancia y la determinación pueden cambiar vidas. Nacido en Abiyán, Costa de Marfil, el 13 de julio de 2005, Abou tomó una de las decisiones más difíciles de su vida a la tierna edad de 15 años: emprender un viaje arriesgado en patera hacia España, con la esperanza de encontrar un futuro mejor.

Apenas cuatro años después, el pasado mes, Abou hizo su debut en la Primera División con Las Palmas, y su historia ha resonado fuertemente entre los aficionados y la comunidad futbolística. Su camino no ha sido fácil; durante su travesía marítima, los adultos lo cubrían para protegerlo de la vista del horror, y lo que comenzó como un sueño de futbolista se transformó en una lucha constante por la supervivencia.

Con la mirada de un niño que ha vivido demasiado, Abou recuerda su travesía: 'Fueron casi cuatro días de angustia, y cuando llegamos, el último día ya no teníamos comida'. Su valentía y determinación son evidentes, pero también su deseo de regresar a ver a su familia y a su hermanita, a quien apenas ha podido conocer.

Tras llegar a España, fue acogido en un centro de menores y rápidamente se destacó por su talento en el fútbol. Un encuentro fortuito con un taxista que lo vio jugar cambió su vida. Ese taxista, conocido en la comunidad futbolística, habló con Tonono, director deportivo de Las Palmas, lo que llevó a Abou a unirse a uno de los clubes más prometedores.

'El fútbol me ha ayudado a integrarme', comenta Abou, recordando cómo sus días se llenaban de entrenamiento y estudios, sin olvidar su pasión por la cocina, otra de sus metas. Abou ha demostrado una notable capacidad para adaptarse a nuevas situaciones y culturas, un rasgo que ha sido esencial en su viaje.

Sin embargo, su vida no ha estado exenta de desafíos. A menudo ha enfrentado prejuicios y escollos emocionales que acompañan a muchos inmigrantes. A pesar de las adversidades, se niega a dejar que el pasado lo defina. 'Quiero que mis experiencias sigan siendo mi motivación', afirma con firmeza.

Además, Abou habla de la necesidad de visibilidad y de cambiar la narrativa que rodea a los inmigrantes: 'No hay que juzgar por la apariencia o el color de piel. Todos somos humanos, y hay tanto que podemos aprender los unos de los otros'. Su historia no es solo un testimonio de lucha, sino también de esperanza y unidad.

Por último, Abou sigue soñando con una carrera futbolística exitosa, teniendo planes para continuar sus estudios y buscar un balance entre su pasión por el fútbol y la vida académica. 'El fútbol va muy rápido, y nunca se sabe qué pasará. Solo quiero ayudar al equipo y seguir creciendo como persona', concluye con una sonrisa.

La vida de Abou Bassinga es un recordatorio poderoso de lo que significa luchar por un sueño, y su trayectoria continúa inspirando a aquellos que enfrentan desafíos similares. Con el apoyo de su nueva familia en el fútbol y una comunidad que lo respalda, no cabe duda de que su historia apenas comienza.