En un sorprendente giro de los acontecimientos, el ministro de Exteriores israelí, Israel Katz, ha declarado al secretario general de la ONU, António Guterres, como 'persona non grata', prohibiendo su entrada a Israel. Katz argumentó: “Quien no condena de manera categórica el ataque brutal de Irán a Israel no merece pisar nuestro suelo. Guterres ha apoyado a terroristas, violadores y asesinos, desde Hamas hasta Hizbulá y los hutíes”. Esta controversia surge en medio de un creciente conflicto regional, exacerbado por la reciente ofensiva de Irán contra Israel, que, aunque no causó víctimas mortales en el país, generó una considerable alarma tras el lanzamiento de misiles interceptados por las defensas aéreas israelíes.

Anoche, Guterres se pronunció y condenó el ataque iraní, así como la escalada del conflicto en Oriente Medio, reiterando su pedido de un alto el fuego. Sin embargo, esta declaración parece haber llegado demasiado tarde para apaciguar las tensiones.

En otras noticias, el despliegue militar israelí en el norte ha aumentado, con más tropas uniéndose a las incursiones terrestres en el sur de Líbano. Este movimiento ha encontrado resistencia por parte de los milicianos de Hizbulá, quienes han estado lanzando cohetes hacia territorio israelí. El periódico israelí Haaretz reporta que varios de estos proyectiles han causado daños en Metula, una ciudad en el norte de Israel.

Por otro lado, Hizbulá ha declarado que sus combatientes han tenido enfrentamientos directos con las fuerzas de infantería israelíes en el pueblo de Adaisseh. La televisión libanesa LBC ha informado que hubo combates intensos y que las tropas israelíes fueron forzadas a retirarse, un incidente que ha resultado en la muerte de ocho soldados israelíes y varios heridos, marcando las primeras bajas significativas en este conflicto desde que se iniciaron las incursiones.

El saldo de estas muertes ha provocado repercusiones en el ambiente militar, siendo estos soldados parte de unidades de élite. Los detalles de sus decesos reflejan la seriedad de la situación en el sur de Líbano, donde la incursión israelí es considerada la más significativa desde la guerra de 2006 contra Hizbulá, un conflicto que resultó en un elevado número de bajas y en gran parte con consecuencias negativas para el ejército israelí.

Las Fuerzas Armadas del Líbano han confirmado que las tropas israelíes penetraron hasta 400 metros en su territorio, un hecho que ha elevado aún más las tensiones en la frontera. En respuesta, la aviación israelí ha intensificado sus ataques, bombardeando diversas localidades en el sur y este de Líbano, así como en Beirut. La Agencia Nacional de Noticias libanesa ha reportado ataques masivos en áreas cercanas a la ciudad costera de Tiro.

Mientras tanto, la situación en Gaza también es crítica. Israel ha intensificado sus bombardeos en la Franja, con un saldo reportado de al menos 90 muertes en las últimas horas, subrayando la continuar deterioro de la vida de los civiles durante este conflicto prolongado. Desde el inicio de la ofensiva el 7 de octubre, casi 42,000 personas han perdido la vida en Gaza, lo que plantea serias preguntas sobre el futuro del conflicto y la necesidad urgente de una solución diplomática.