El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, tomó medidas urgentes el viernes (08.11.2024) al despachar dos aviones de rescate a los Países Bajos, en respuesta a los violentos incidentes que involucraron a aficionados del Maccabi de Tel Aviv en Ámsterdam. Estos enfrentamientos resultaron en decenas de detenidos y preocupación por la seguridad de los hinchas israelíes.

Los disturbios estallaron en el centro de Ámsterdam tras un desafortunado encuentro de la Liga Europa entre el Ajax y el club israelí, que culminó en una aplastante derrota para el equipo visitante (5-0). En un comunicado, la oficina de Netanyahu enfatizó: "El primer ministro ordenó el envío inmediato de dos aviones de rescate para acudir en ayuda de nuestros ciudadanos".

De acuerdo con informes de AT5, las calles de la capital neerlandesa se convirtieron en el escenario de actos de vandalismo y violentas confrontaciones, lo que obligó a la policía a escoltar a los aficionados israelíes de regreso a sus respectivos alojamientos. "Hay un gran número de vehículos de la unidad móvil presentes y se han solicitado refuerzos adicionales. Los jóvenes habrían provocado a la policía", agregó el medio.

La policía de Ámsterdam, citada por la agencia de noticias ANP, reveló que se llevaron a cabo 57 arrestos durante lo que se tornó en una jornada caótica. Desde la tarde, aproximadamente un centenar de aficionados israelíes se congregaron en la plaza Dam, rodeados por un considerable dispositivo de seguridad, antes de movilizarse hacia el estadio Johan Cruyff.

Notablemente, simultáneamente se planeaba una concentración pro-palestina cerca del estadio, la cual fue reubicada por la alcaldía a una zona más alejada debido a preocupaciones de seguridad, reflejando la tensión política intensificada en la región. Estos eventos resaltan un clima de hostilidad que persiste no solo en los estadios, sino también en el ámbito social y político, poniendo en relieve la necesidad de medidas de seguridad más estrictas en futuros encuentros deportivos.

La situación continúa en desarrollo, mientras las autoridades neerlandesas tratan de mantener el orden y garantizar la seguridad de todos los asistentes.