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¡Inundaciones en Viladecans! La DANA afecta a la comunidad por cuarta vez este año

2024-11-04

Autor: Francisco

La indignación reina en Viladecans (Baix Llobregat) tras el paso de otra DANA que ha inundado la localidad por cuarta vez en lo que va del año. Joaquín Carreño, dueño de un taller mecánico, clama: "¿Dónde están los del ayuntamiento?", mientras su negocio se ahoga en agua. "Esto es inaceptable, estoy considerando presentar una denuncia", añade, evidentemente frustrado por la situación recurrente. Las calles cercanas a las rieras se transformaron rápidamente en ríos, con el agua alcanzando la cintura de algunos residentes.

A primera hora de la mañana, el bullicioso polígono sur de Viladecans se convirtió en un caos. Las alarmas de Protección Civil sonaron, pero muchos ya estaban atrapados en la inundación. Jéssica Baldino, una de las trabajadoras, luchaba por vaciar el agua de su coche con un cubo infantil, resaltando cómo, en cuestión de minutos, las calles se llenaron hasta el volante de su vehículo. Videos capturados por los vecinos muestran un panorama desolador: calles anegadas y vehículos arrastrados por la corriente.

"No es posible que nos digan que han instalado bombas para drenar el agua y siempre terminemos inundados", enfatiza Carreño con desánimo, mientras observa los daños en su taller. Sus equipos, como lijadoras y aspiradoras, están inutilizables, lo que compromete su negocio y su economía. La situación no mejoró con las lluvias de diciembre, que llevaron a la misma desolación.

Mientras tanto, Miguel Navarro, propietario de una fábrica de cortinas, se ve agobiado intentando salvar materiales de la inundación. "Siempre nos pasa lo mismo cada vez que llueve; al menos hasta ahora no hemos tenido problemas con ratas", ironiza Nuria, dueña de un almacén de mobiliario, quien también se ve obligada a desechar productos dañados por el agua.

Omar Boukraria, un operario de autobuses, comparte su experiencia: "El agua me llegaba hasta la cintura. Esto no es nuevo, cada vez que llueve de esta forma, el garaje y los trasteros se inundan". Mientras él y su equipo intentaban achicar agua, el ambiente se tornó tenso con la llegada de la Policía Local, quienes fueron recibidos con abucheos frustrados por la falta de respuesta ante la crisis.

Mireia Morgal, vecina de la calle del Siglo XX, relata que este año han enfrentado inundaciones recurrentes. "Es la cuarta vez que estamos así, y el último episodio fue hace solo unos días", dice, mientras recuerda cómo el agua ha arruinado pertenencias en su trastero y ha dejado su edificio con un ascensor inoperativo. Algunos residentes han empezado a elevar sus pertenencias en los trasteros para minimizar daños.

Con cada tormenta, los habitantes de Viladecans se ven obligados a gestionar situaciones que deberían ser excepcionales. "Esto ha sido así desde 2006", reflexiona Morgal con resignación. "¿Qué podemos hacer, llorar? Sabemos que ocurrirá cada vez que llueva". Es una lucha constante en un clima cambiante, donde las lluvias torrenciales amenazan la infraestructura y la vida diaria de los ciudadanos. Los residentes siguen esperando respuestas y soluciones efectivas que puedan proteger sus hogares de futuras catástrofes.