El Rayo Vallecano desaprovechó hoy una valiosa oportunidad de añadir tres puntos a su casillero contra el CD Leganés, lo que hubiera permitido al equipo escalar en la lucha por los puestos europeos en LaLiga. A pesar de iniciar el partido dominando y generando varias oportunidades para abrir el marcador, el resultado final fue un inesperado 1-1 en el derbi madrileño y la actuación dejó mucho que desear por parte del equipo, algo que el técnico Iñigo Pérez no dudó en expresar en la rueda de prensa posterior.

Pérez, claramente molesto, contestó a las múltiples preguntas sobre James Rodríguez, quien había sido objeto de atención mediática, destacando el exceso de presión que siente al tratar de darle privilegios al colombiano. A pesar de reconocer que James es un jugador valioso y destacando su buena actitud y su rol como MVP, insistió en que es solo un miembro más en el vestuario de 25.

"Entiendo la diferencia de jerarquía entre James y el resto de los jugadores, pero todos debían sentirse igualmente importantes. No me gusta que se estén haciendo diferencias", subrayó el entrenador. Esto pone de manifiesto el desafío que enfrenta Pérez al intentar mantener la cohesión del equipo mientras navega por la lucha de egos en un vestuario que incluye a una estrella internacional como Rodríguez.

El técnico se mostró frustrado, aclarando que, aunque estuvo encantado de que James debutara como titular, es esencial que el equipo no dependa de un solo jugador. "Todos deben aportar, no solo James. Debemos trabajar juntos para mejorar nuestra dinámica como equipo", recalcó, indicando que la presencia del colombiano no puede convertirse en un tema que eclipse el trabajo del colectivo.

Iñigo Pérez no se detuvo ahí y también metió presión directamente sobre sus jugadores, reconociendo que el rendimiento general del equipo durante el partido fue decepcionante. "No me convence lo que he visto en línea general, deberíamos ser un bloque más compacto y no permitir que nos presionen con facilidad como lo hizo el Leganés", criticó el entrenador.

Finalmente, llamó a todos a la responsabilidad, remarcando que la actuación de hoy dejó un gran sabor amargo y que es necesario mejorar para afrontar los próximos compromisos. Las palabras de Pérez marcan una clara señal de que en el Rayo Vallecano, cada jugador cuenta, y que la búsqueda de un buen rendimiento no solo recae en los nombres llamativos, sino en el esfuerzo colectivo.

La expectación queda ahora en saber cómo el equipo responderá a este llamado de atención, ya que el próximo partido será crucial para la moral del vestuario y su pelea por un lugar en la parte alta de la tabla.