Ciencia

¡Increíble! La NASA revive motores de la Voyager 1 tras décadas fuera de servicio

2024-09-20

Los controladores de las sondas Voyager de la NASA continúan enfrentándose a desafíos fuera de este mundo. Después de un periodo de seis meses durante el cual la Voyager 1 envió datos confusos, la situación parecía estabilizarse con una actualización de software reciente. Sin embargo, un nuevo obstáculo mecánico ha puesto a prueba la ingeniosidad del equipo.

La Voyager 1, lanzada hace 47 años, ha logrado un hito impresionante: ¡encender propulsores que no se utilizaban desde hace décadas! Esta maniobra se volvió esencial para corregir la orientación de la nave después de que los propulsores primarios se obstruyeron.

Los propulsores se enfrentaron a un problema colossal. A medida que la sonda ha ido recorriendo el espacio durante medio siglo, sus tubos de combustible se bloquearon con dióxido de silicio, un subproducto del envejecimiento de un diafragma de goma en el tanque de combustible. En el inicio, el diámetro de los tubos era de 0,25 milímetros, pero el taponamiento los redujo a un sorprendente 0,035 mm, ¡un grosor menor que el de un cabello humano!

Esta situación puso en riesgo la misión, dado que es crucial que la Voyager 1 mantenga sus antenas correctamente orientadas hacia la Tierra para enviar datos científicos y recibir instrucciones. Sin medidas correctivas, la comunicación con la nave podría haber sido severamente comprometida, como ocurrió en 2002 y 2018.

A complicar aún más las cosas, los propulsores alternativos estaban en estado crítico por falta de energía. La Voyager 1 depende de una fuente de plutonio que está cerca del final de su ciclo de vida, lo que ha obligó a la NASA a desactivar sistemas no esenciales, como los calentadores de estos motores.

La estrategia adoptada por el equipo fue ingeniosa: decidieron apagar uno de los calentadores principales durante una hora, redirigiendo esa energía para calentar los propulsores inutilizados antes de intentar encenderlos. Este proceso tomó semanas de análisis y pruebas exhaustivas, considerando que cada comando enviado a la Voyager 1 tarda aproximadamente un día en llegar, seguido de otro día para recibir confirmación.

Al reactivar exitosamente los motores inactivos, la NASA no solo ha salvado la misión, sino que ha prolongado la vida útil de la Voyager 1. Esta sonda sigue proporcionándonos valiosa información sobre el espacio interestelar, un entorno en el que la influencia del Sol se torna mínima, pero que hemos comenzado a desvelar gracias a las observaciones de la Voyager.

La Voyager 1 y su gemela, la Voyager 2, aunque envejecidas y experimentando desafíos técnicos, continúan desafiando las expectativas. Con una gestión cuidadosa de la energía y un monitoreo constante del rendimiento de sus sistemas, la NASA está logrando extender la vida útil de estas míticas sondas mucho más allá de lo anticipado, abriendo nuevas fronteras en nuestra comprensión del cosmos.