El Real Madrid ha demostrado una vez más su capacidad de superación ante adversidades, consiguiendo una victoria convincente frente al UCAM Murcia por 64-85. Este triunfo evoca el recuerdo de su mítica remontada en los playoffs de la Euroliga hace dos temporadas, cuando se enfrentaron al Partizan. En aquella ocasión, el equipo se sobrepuso a una situación crítica, y este domingo, bajo la batuta de Chus Mateo, se volvió a repetir la historia con una estrategia defensiva brillante.

Con un número reducido de jugadores a causa de lesiones, incluyendo a Andrés Feliz, Usman Garuba y Dzanan Musa, el equipo se vio obligado a improvisar debido a la falta de efectivos. Además, las ausencias de Serge Ibaka por un virus y de Xavier Rathan-Mayes, que estaba a la espera del nacimiento de su primer hijo, hicieron que el entrenador afirmara que tenía "una plantilla no tan larga como otros años". Sin embargo, Mateo regresó a un recurso que había resultado exitoso anteriormente: la defensa en zona 2-3.

Esta táctica no solo obligó al UCAM Murcia a intentar tiros de larga distancia, sino que fue una estrategia efectiva para proteger a sus jugadores de faltas, un factor clave dado su número limitado de recursos. Y los resultados fueron evidentes. "Murcia dudó en varios momentos y eso nos permitió mantenernos firmes en defensa, lo que resultó en una ventaja que superó nuestras expectativas", explicó Chus Mateo después del encuentro.

Con la defensa zonal, el Real Madrid logró mejorar otro de sus puntos débiles de esta temporada: el rebote. Cerraron el partido con un total de 42 rebotes (36 defensivos), en contraste con los 27 rebotes que logró el UCAM Murcia, que solo logró captar 6 ofensivos en todo el encuentro. Este dominio en el rebote habla mucho acerca de la estrategia defensiva implementada por Mateo.

El técnico del UCAM, Sito Alonso, reconoció la dificultad de enfrentar la defensa del Madrid, enfatizando que no era una zona "normal". El impacto de Edy Tavares, quien estuvo cerca de conseguir un doble-doble con 10 puntos y 9 rebotes, fue crucial. "La situación cambia notablemente cuando un equipo está defendiendo en zona durante 37 minutos, especialmente con un jugador de 2,20 metros debajo del aro, lo cual provoca errores inusuales en nuestro juego", comentó Alonso.

Esta victoria no solo significa tres puntos más en la Liga Endesa, sino que también reafirma la fortaleza y resiliencia del Real Madrid en momentos críticos. Los aficionados se animan a soñar con una nueva etapa de éxitos, donde cada partido se convierta en una muestra del espíritu indomable que el equipo ha manifestado a lo largo de su historia.