El inicio de la temporada 2025 ha traído consigo una gran sorpresa y no precisamente en favor de Novak Djokovic. En un inesperado giro de los acontecimientos, el veterano serbio fue eliminado en los cuartos de final del ATP 250 de Brisbane por el estadounidense Reilly Opelka, quien ocupa el puesto 293 en el ranking mundial. El partido, que duró más de una hora y media, finalizó con un marcador de 7-6, 6-3, dejando atónitos a los aficionados del tenis.

Este torneo es una de las primeras paradas en el calendario de tenis y sirve como preparación para el ansiado Abierto de Australia que comenzará en la segunda quincena de enero. Djokovic había comenzado su andar en Brisbane con un sólido triunfo sobre Rinky Hijikata y siguió con una victoria sobre Gael Monfils, pero no pudo mantener su racha ante un Opelka que, a pesar de su clasificación baja, mostró una impresionante capacidad de servicio, firmando 16 aces y logrando un 77% de efectividad en su primer servicio.

Reilly Opelka, un jugador de 27 años que fue número 17 del mundo a principios de 2022 pero que ha batallado con lesiones, está buscando recuperar el nivel que lo llevó a ser considerado uno de los talentos emergentes del tenis. Esta victoria es un gran impulso en su regreso al circuito, y ahora se prepara para enfrentar al francés Giovanni Mpetshi Perricard en semifinales. Por otro lado de la llave, el búlgaro Grigor Dimitrov se medirá contra el checo Jiří Lehecka.

En un estado de forma que parece alejado de sus mejores días, Djokovic, hoy clasificado séptimo, no solo tiene el desafío de retomar su nivel competitivo, sino que también está enfocado en su vida familiar. En una entrevista reciente, reveló que esta es la primera vez que su esposa e hijos lo acompañan a Australia, lo que ha cambiado su perspectiva sobre el torneo. "Siento mucha motivación y tranquilidad al tenerlos aquí. Me permite desconectar del tenis y disfrutar de momentos de calidad con ellos, lo que sin duda influye en mi rendimiento en la cancha," comentó Djokovic enamorado de su nueva dinámica familiar.

El serbio, que busca su undécimo título en el Abierto de Australia y que el año pasado fue superado en la final por Jannik Sinner, se enfrenta a una temporada llena de desafíos, especialmente a la luz de esta sorprendente derrota en Brisbane. Los aficionados se preguntan si podrá revertir esta situación y demostrar su indiscutible talento en los próximos torneos.