Un fascinante estudio ha revelado que las ratas son capaces de emitir sonidos ultrasónicos (USV) de una manera completamente inédita, vibrando partículas en su entorno sin necesidad de tocarlas. Según el Dr. Mercado, profesor de Psicología en la Universidad de Buffalo, este fenómeno es tan sorprendente que podría compararse a ver ratas Jedi en acción. «Casi parece magia», asegura.

Hasta ahora, la investigación sobre los USV de los roedores había asumido que su función principal estaba ligada a señales sociales o a la reproducción. Sin embargo, el Dr. Mercado comenzó a notar inconsistencias en estos enfoques anteriores, lo que le llevó a explorar un ámbito poco investigado de la vocalización en ratas.

Resultados sorprendentes

Las ratas poseen 1,200 receptores olfativos, contrastando con los 400 de los seres humanos, lo que les otorga una extraordinaria capacidad para explorar su entorno. Los investigadores encontraron que al emitir estos sonidos, las ratas crean un ecosistema vibratorio que les permite agrupar olores, aumentando así la recepción de feromonas, esenciales para detectar tanto depredadores como compañeros.

Mercado y su colega Zhuo sugieren que las vocalizaciones ultrasónicas alteran la dispersión de partículas en el aire, lo que podría mejorar enormemente la capacidad olfativa de estos animales. Este descubrimiento es pionero y abre un nuevo terreno en la investigación biológica, ya que implica que los roedores no solo dependen de su sentido del olfato, sino que colaboran activamente con las propiedades físicas de su entorno para amplificarlo.

Impacto potencial en la ciencia

Jessica Zhou, estudiante investigadora de la Universidad de Harvard y coautora del estudio, comentó: «Los roedores son los héroes anónimos del mundo científico, y están a la vanguardia de la investigación biológica». Este estudio no solo contribuye a entender mejor cómo funcionan estos animales, sino que también plantea posibles aplicaciones en el desarrollo de tecnologías que puedan replicar estas manipulaciones sonoras en nanopartículas, algo que podría tener implicaciones profundas en campos como la medicina y la tecnología ambiental.

El Dr. Mercado concluye que la naturaleza probablemente sabe más sobre el uso complejo de las nanopartículas que nosotros, y que al entender cómo estas criaturas han desarrollado estas habilidades, podríamos estar en el umbral de importantes avances tecnológicos. Este tipo de investigaciones están revolucionando nuestra comprensión del comportamiento animal y su interacción con el entorno, demostrando una vez más que el reino animal puede sorprendernos con sus capacidades ocultas.