En España, cada año se registran más de 120,000 muertes atribuidas a enfermedades cardiovasculares, con 114,865 decesos en 2023, según datos del INE. La adherencia a los tratamientos puede reducir el riesgo de estas enfermedades en un 20% y disminuir la mortalidad general en un notable 38%, según estudios previos de la Revista Española de Cardiología. ¡Los pacientes que no siguen adecuadamente su tratamiento triplican su riesgo de morir!

A pesar de las advertencias, los datos son alarmantes. Un reciente estudio liderado por el Hospital 12 de Octubre y la Universidad Complutense de Madrid revela que un asombroso 84.6% de los pacientes no cumplen con al menos una de las tres medidas terapéuticas clave tras un infarto agudo de miocardio: medicación, dieta y actividad física.

El estudio, publicado en el "American Journal of Preventive Cardiology", revela que un año después de recibir el alta, el 67.1% de los pacientes no ingiere correctamente la medicación, el 43.24% no mantiene una dieta saludable, como la mediterránea, y el 28.6% no realiza suficiente actividad física, o si la hace, es leve.

Entre los factores responsables de esta falta de adherencia se incluyen ser mujer, tener responsabilidades familiares, padecer diabetes, depresión o sobrepeso. Guillermo Moreno, investigador en la Facultad de Enfermería, Fisioterapia y Podología de la UCM y en el Instituto de Investigación del Hospital 12 de Octubre, señala: “La adherencia a estas medidas parece estar asociada a aspectos socioculturales. Las mujeres, que a menudo asumen roles de cuidado familiar, presentan un mayor riesgo de no adherirse a las recomendaciones de actividad física.”

Este estudio se llevó a cabo con una muestra de 503 pacientes tratados mediante intervención coronaria en el Servicio de Cardiología del hospital. La investigación incluyó seguimientos telefónicos a los seis y doce meses post alta, evaluando la adherencia a las medidas farmacológicas y no farmacológicas con cuestionarios específicos.

Los hallazgos son contundentes: sólo el 7.1% de los pacientes que cumplen con las tres recomendaciones tienen al menos una hospitalización en el año, en comparación con el 17.1% de aquellos que no. Esto resalta la importancia de seguir las indicaciones médicas.

La investigación no solo identifica los factores de riesgo asociados a la no adherencia, sino que también busca prevenir complicaciones a largo plazo. “Identificar precozmente a los pacientes en riesgo de no adherencia nos permite tener mejores oportunidades para intervenir y mejorar su pronóstico”, concluye Moreno.

Este es un llamado a la acción: los pacientes y sus familias deben ser más conscientes de la crucial importancia de seguir sus tratamientos. La vida está en juego, y el esfuerzo por obtener una mejor salud puede marcar la diferencia.