Hoy, la Tierra gira a una velocidad impresionante de 110.700 kilómetros por hora mientras orbita alrededor del Sol en una trayectoria elíptica de 930 millones de kilómetros. Esta velocidad promedio de 107.280 kilómetros por hora permite completar su recorrido en 365 días y casi 6 horas, lo que explica por qué cada cuatro años celebramos un año bisiesto, siendo 2024 el próximo en llegar.

La fascinante variación en la velocidad orbital de nuestro planeta se debe a la posición del Sol, que no se encuentra en el centro de esta órbita elíptica. Según la segunda ley de Kepler, los planetas se mueven más rápido cuando están más cerca de su estrella, alcanzando su velocidad máxima en el perihelio.

¡Pero eso no es todo! En el afelio, que será el 3 de julio de 2025, la Tierra se alejará del Sol hasta una distancia de 152.09 millones de kilómetros, reduciendo su velocidad a 103.536 kilómetros por hora. Esta diferencia de más de 7.000 kilómetros por hora en comparación con el perihelio es simplemente asombrosa.

¿Alguna vez te has preguntado por qué en este momento de mayor cercanía al Sol enfrentamos las temperaturas más bajas del año? La respuesta radica en la inclinación del eje de rotación de la Tierra, que es la que dicta nuestras estaciones y sus respectivas temperaturas. Mientras que en el hemisferio norte es invierno, en el hemisferio sur se vive el verano, creando un contraste climático extraordinario.

La inclinación del eje terrestre hace que diferentes regiones del planeta reciban luz solar de manera variable. Cuando el polo norte está inclinado hacia el Sol, disfrutamos de días más largos y calurosos, mientras que seis meses después, el polo sur experimenta el mismo efecto, pero en sentido contrario. Sorprendentemente, en el perihelio, la Tierra recibe un 6,8% más de radiación solar en comparación con el afelio, lo que significa que los inviernos en el hemisferio norte son un poco menos fríos de lo que podrían ser si su orbitación fuera circular. Lo mismo sucede en verano, donde las temperaturas no alcanzan su máximo potencial.

Además, hay una forma curiosa en la que podemos saber que estamos más cerca del Sol: ¡nuestra estrella parece un poco más grande en el cielo! Sin embargo, esta variación es tan sutil que apenas la notamos a simple vista, y lo más recomendable es confiar en herramientas científicas para confirmar estas observaciones.

¡Así que la próxima vez que te encuentres disfrutando de un día soleado, recuerda que nuestro planeta se está moviendo a gran velocidad! Sigue aprendiendo sobre los misterios del cosmos y maravíllate con los fenómenos que nos rodean.