Una vez más, las predicciones del equipo azul han resultado erróneas, al estar convencidos de que el jueves se enfrentaría Ruvens a Daniela, pero será Adrián quien tendrá que batirse con Ruvens.

El desfase de los pronósticos comenzó la semana pasada, cuando creían que Daniela sería la expulsada, pero el público decidió que Laura se marchara. Esta semana, los azules estaban seguros de que el duelo sería entre Ruvens y Daniela, pero se encontraron con la sorpresa de que Juan fue salvado primero, seguido de Daniela, haciendo que el enfrentamiento real sea entre Ruvens y Adrián. Para Ruvens, esto podría ser una buena noticia, ya que enfrentarse a Adrián puede ser menos complicado que competir contra una Daniela que ha demostrado ser mucho más fuerte de lo que todos pensaban. ¿Serán los azules incapaces de leer correctamente la situación del juego?

Aplaudimos la decisión de Daniela de preferir ver la curva de su vida solo con Maica a su lado. Esto demuestra la fortaleza de su carácter, especialmente cuando otros concursantes esperaban que se abriera más con los demás. Ruvens, que durante la gala tomó como habitual enviar mensajes hacia Daniela, se mostró sorprendido y frustrado cuando sus predicciones sobre su rival se desmoronaron.

Por otro lado, los alegatos de Silvia, Lucía y Vanessa en contra de Ruvens fueron poco originales y carentes de sustento. De hecho, sus intervenciones fueron tan insípidas que quedaron sin argumentos sólidos. Aunque Silvia parece haber captado un dejo de espíritu crítico al señalar que Ruvens se acerca a las chicas por interés, esta crítica no fue suficiente para darle la vuelta al resultado. La falta de originalidad fue evidente en la mayoría de los discursos de estas concursantes, quienes repitieron las mismas acusaciones de siempre sin aportar algo nuevo.

Además, la atmósfera machista en la casa ha sido asfixiante, un tema que ya he mencionado antes. La dinámica de los grupos de concursantes sigue dejando en evidencia la lucha de sexos dentro de la casa. En una reciente prueba semanal, todos los jefes elegidos para una empresa ficticia fueron hombres, mientras que las chicas Violeta y Nerea fueron ignoradas. Este comportamiento refleja una problemática social mucho más amplia: el machismo sistémico que, lamentablemente, está muy presente en nuestro entorno.

Es preocupante que los concursantes no se den cuenta de la imagen negativa que están proyectando hacia el exterior. La figura de Óscar se suma a esta tendencia machista, votando en favor de sus compañeros masculinos y olvidando a las mujeres que compartieron la experiencia con él. Este tipo de actitudes refuerzan estereotipos peligrosos.

Mientras tanto, Ruvens y Óscar se sumergen en largas charlas nocturnas, que para muchos son un espectáculo interesante. Sin embargo, personalmente, me aburre y no veo en ellos la chispa que muchos parecen apreciar. Es cierto que “Gran Hermano se gana de noche”, pero también se pueden cometer errores fatales durante las mismas horas.

Antes de la expulsión, tenía la teoría de que los porcentajes estaban llevando al “Juego del Miedo”, donde los concursantes deben basar sus decisiones en cómo suena la campana en el juego. Sin duda, esta semana ha traído numerosas sorpresas que nos hacen cuestionar las tendencias de votación del público. ¿Qué pasará el próximo jueves? Estén atentos, porque el juego acaba de comenzar!