Recientemente, la Gendarmería francesa ha resuelto un enigma que ha perdurado durante décadas: la pistola STAR modelo D de 1931, que perteneció a Niceto Alcalá-Zamora, fue hallada en el departamento de Seine-et-Marne, a solo cincuenta kilómetros de París. Este notable descubrimiento fue posible gracias a una colaboración entre la Guardia Civil española y las autoridades francesas, quienes fueron alertadas en 2024 sobre la posesión ilegal del arma por un particular.

La historia detrás de esta pistola se remonta a 1932, cuando Alcalá-Zamora, tras ser elegido presidente de la República en 1931, realizó una gira por España. Su paso por distintas ciudades generó mucha emoción, especialmente en Éibar, donde un grupo de mujeres republicanas le obsequió la pistola como símbolo de gratitud. En la empuñadura de esta arma se encuentra grabado el mensaje: 'Al primer ciudadano de la República', lo que indica su relevancia histórica y cultural.

Las investigaciones indicaron que el arma pasó de manos en manos a lo largo de los años, y la Gendarmería encontró no solo la pistola, sino un arsenal considerable que incluía 25 armas largas, un subfusil STEN y miles de cartuchos. Cuatro coleccionistas de armas han sido arrestados por su posesión, y se prevé que comparezcan ante el tribunal en abril de 2025.

A pesar de la suerte de la pistola, el destino de Alcalá-Zamora estuvo lleno de incertidumbres tras el inicio de la Guerra Civil en 1936. Emigró a Francia con su familia, llegando a París con apenas 1.500 pesetas en el bolsillo. La teoría más plausible es que vendió la pistola para garantizar su supervivencia económica, ya que se dedicó a escribir artículos para periódicos en el exilio.

La recuperación de esta pistola no solo es un hallazgo curioso, sino que también resalta la importancia de conservar la memoria histórica, revive la historia política de España y podría abrir nuevas puertas para entender el impacto de la Guerra Civil en la vida de figuras clave de la época. ¿Qué otros secretos esconde el pasado de Alcalá-Zamora? ¡El misterio sigue vivo!