El 5 de enero de 2025 vivió una jornada atípica en Sevilla con diversas sorpresas para los ciudadanos. A diferencia de años anteriores, donde la Cabalgata de Reyes se celebraba el 5 de enero, este año se modificó su fecha para evitar la tan temida lluvia. Sin embargo, la historia tomó un rumbo inesperado.

Los reyes Magos, Melchor, Gaspar y Baltasar, recibieron las llaves de la ciudad en un evento que marcó un antes y un después en la tradición sevillana. Este año, los Reyes no accedieron a los hogares la noche del 5 de enero, sino que se adelantaron a la jornada del sábado, obligando a muchos a ajustar su celebración navideña. A pesar de las preocupaciones, las lluvias que se pronosticaron para la tarde nunca se materializaron con la intensidad esperada, provocando preguntas sobre la decisión del cambio.

El primer domingo del año, los comercios estaban repletos de personas en busca de los últimos regalos, mientras en las casas, familias se preparaban para recibir a los Reyes con los típicos roscones ya medio devorados. En las calles, una sorprendente alfombra de confetis daba testimonio de celebraciones pasadas, como si la magia de la cabalgata aún flotara en el aire.

Aunque los pronósticos meteorológicos anunciaban tormentas, el cielo se mantuvo relativamente tranquilo durante gran parte del día, eclipsando la verdadera esencia de la víspera de la Epifanía. En varios puntos turísticos y culturales de la ciudad, la concurrencia fue escasa, con terrazas de bares semi desiertas y un ambiente que no invitaba a salir, mucho menos a presenciar un desfile tan emblemático.

El posterior análisis de las condiciones meteorológicas indicó que hasta las 21:00 horas apenas habían caído 2 litros de agua por metro cuadrado, a pesar de que muchos sevillanos estaban preparados para un torrencial aguacero. La última vez que se había considerado cambiar la fecha de la cabalgata por lluvia fue en 2018, aunque en aquella ocasión el desfile se realizó con cierta normalidad, permitiendo que los Reyes completaran su ruta sin mayor inconveniente que algunos pequeños chaparrones al final.

Es innegable que este 2025 marcó un punto de inflexión, generando un gran debate sobre las tradiciones y cómo la meteorología está influyendo en las celebraciones locales. Mientras los Reyes finalmente llegaron a las casas sevillanas, muchos se preguntaban: ¿fue esta decisión necesaria o simplemente un capricho del clima? Lo cierto es que, aunque la emoción no fue la misma, la magia de los Reyes Magos sigue viva en el corazón de Sevilla.