Recientes observaciones del Telescopio Espacial James Webb han brindado una ventana única al fenómeno del polvo interestelar en el sistema estelar conocido como Wolf-Rayet 140, un sistema compuesto por dos estrellas masivas. Este descubrimiento ha revelado la rápida expansión de sus anillos de polvo, que se producen cada ocho años cuando estas estrellas se acercan entre sí en su órbita.

El material expulsado viaja a una velocidad sorprendente del 1% de la velocidad de la luz. Gracias a esta velocidad, el Webb ha podido catalogar cambios en la estructura de los anillos con intervalos de solo 13 meses, a pesar de que esta maravilla se encuentra a unos asombrosos 5,000 años luz de nuestro planeta.

Uno de los hallazgos más impactantes es la identificación de compuestos de carbono en estos anillos. Este elemento es fundamental para la vida tal como la conocemos y juega un papel crucial en la formación de planetas rocosos. Este descubrimiento refuerza la idea de que el polvo estelar es la base de la creación de nuevos mundos.

WOLF-RAYET 140: UN FENÓMENO EXTREMO

El sistema Wolf-Rayet 140 está dominado por dos estrellas con masas de 10 y 30 veces la de nuestro Sol. Una de ellas se encuentra en su etapa final de vida, arrojando enormes cantidades de material al espacio en lo que se denomina una estrella de Wolf-Rayet.

Las estrellas, en particular aquellas en fases avanzadas, emiten vientos estelares compuestos principalmente de núcleos de hidrógeno, helio y electrones. Sin embargo, las estrellas masivas en la fase Wolf-Rayet producen flujos de materia mucho más complejos, que incluyen elementos químicos formados durante la fusión nuclear en sus núcleos, entre ellos el carbono.

CICLOS DE EXPULSIÓN

Estos astros están unidos por gravedad y orbitan entre sí cada 7.93 años. Cuando se encuentran en su punto más cercano, sus vientos estelares colisionan, lo que genera polvo y crea una serie de anillos concéntricos que se alejan a una velocidad de 2,600 kilómetros por segundo.

Gracias a la tecnología del James Webb, los científicos no solo han logrado identificar los anillos más calientes, sino también estudiar aquellas capas más débiles que antes eran invisibles. Este avance es impresionante, ya que permite a los astrónomos observar en tiempo real el proceso de formación de polvo a lo largo de meses, algo poco habitual en astronomía.

Ryan Lau, un científico que participó en este estudio, destacó que este hallazgo proporciona una oportunidad sin precedentes para investigar la formación de polvo estelar en un momento casi exacto.

Los anillos observados pueden tener una antigüedad de apenas 130 años, y se estima que Wolf-Rayet 140 podría producir decenas de miles de anillos en el transcurso de millones de años.

CARACTERÍSTICAS DEL POLVO ESTELAR

Análisis del James Webb indica que las partículas que componen estos anillos son diminutas, del tamaño de una centésima parte del grosor de un cabello humano. Además, la distribución del material es desigual, creando extensas nubes de polvo del tamaño de nuestro sistema solar.

EL PAPEL DEL CARBONO

El carbono, el cuarto elemento más abundante en el universo, es vital en la química de la vida. Los elementos creados en las estrellas se liberan al espacio y enfatizan la conexión entre la creación estelar y la formación de planetas rocosos y vida. Jennifer Hoffman, una de las investigadoras del estudio, expresa su emoción al observar cómo un sistema binario produce y lanza polvo rico en carbono en nuestro vecindario galáctico.

FUTURO CATASTRÓFICO

Las estrellas masivas, como las del sistema Wolf-Rayet 140, tienen vidas cortas, en comparación con la longevidad de nuestro Sol. Los astrónomos predicen dos posibles destinos para la estrella más masiva de este sistema: un explosión supernova o un colapso gravitatorio directo que podría resultar en la formación de un agujero negro.

El futuro de Wolf-Rayet 140 es fascinante y, mientras continuamos explorando el cosmos con el James Webb, cada nueva observación abre la puerta a más misterios sobre la vida de las estrellas y el papel del polvo interestelar en la creación de nuevos mundos. ¡No te pierdas las próximas revelaciones de este increíble telescopio!