¡Increíble! Detenido el autor del brutal ataque a un monasterio en Valencia tras gritar '¡Soy Jesucristo!'
2024-11-10
Autor: Manuel
El pasado sábado, la tranquilidad del Monasterio Santo Espíritu de Gilet en Valencia se vio interrumpida por un violento ataque que ha dejado a varios frailes heridos. Aunque inicialmente se informó de la muerte de uno de los religiosos, fuentes de la Guardia Civil han confirmado que sigue vivo, aunque su estado es crítico. El agresor, un hombre de 46 años conocido por su consumo de drogas como el 'tusi' y cocaína, irrumpió en las instalaciones utilizando un bastón, un báculo y hasta una botella de cristal para agredir a los frailes que se encontraban en sus habitaciones.
El arresto del individuo se produjo en un piso okupado en el Puerto de Sagunto, donde los agentes lograron detenerlo. Según el provincial de los franciscanos de la Inmaculada Concepción, Fray Joaquín Zurera Ribó, la agresión fue llevada a cabo de manera indiscriminada, dejando a varios religiosos con múltiples heridas.
El Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU) recibió un aviso alrededor de las 10:00 horas para atender a los frailes heridos. Se desplazaron al lugar diversas unidades sanitarias, entre ellas un SAMU que trasladó a un fraile de 76 años con un grave traumatismo craneoencefálico al Hospital Clínico. Otros tres hombres, de 57, 66 y 95 años, también fueron llevados al hospital de Sagunto por contusiones y heridas.
La comunidad religiosa ha expresado su condena total hacia esta agresión, manifestando que no solo es un ataque físico, sino también un dolor emocional profundo, dejando una huella duradera en las víctimas. Además, han llamado a la reflexión sobre la violencia en la sociedad contemporánea, invitando a la paz y la comprensión entre todos los ciudadanos. Este artículo pone de relieve la necesidad urgente de abordar los problemas relacionados con la salud mental y el abuso de sustancias, que pueden desatar episodios de violencia extrema como el ocurrido en Valencia. ¡Una historia que nos recuerda la fragilidad de la paz en nuestras comunidades!