La devastadora DANA que azotó la Comunidad Valenciana ha dejado una huella imborrable con casi un centenar de víctimas mortales y daños materiales incalculables. Se trata de la peor gota fría que ha enfrentado España en el siglo XXI. Las calles se convirtieron en ríos y muchas personas quedaron atrapadas en sus hogares y vehículos, clamando por ayuda.

Entre estos afectados se encuentra Juan José Nistal, un camionero de 53 años originario de Zaragoza, que se hallaba en Buñol, Valencia, cuando comenzó el torrencial aguacero. "Desde horas antes de que comenzaran las corrientes de agua, las lluvias eran intensas", asegura. Mientras intentaba realizar su carga, el agua ya le llegaba por los tobillos. Decidido a volver a Zaragoza, se encontró con una carretera totalmente imposible debido a la intensidad de la tormenta.

"Estaba en la A-3, en el kilómetro 323, donde se registraron más de 445 litros por metro cuadrado. La carretera se transformó en un río", relata Nistal, quien sobrevivió milagrosamente mientras observaba cómo la corriente se llevaban vehículos por delante. "A los coches que iban por la izquierda se los llevó la corriente; el agua me llegaba casi a la puerta", recuerda aterrorizado.

En medio de este caos, Juan José no se quedó de brazos cruzados. A pesar de las circunstancias adversas, decidió ayudar a tres personas atrapadas en sus coches. "Me pidieron ayuda, así que las ayudé a subir al camión mientras otros se aferraban desesperadamente al quitamiedos", narra. Él estima que su camión, pesado con 28 toneladas de carga, fue su salvación y la de los demás.

Los minutos se volvieron eternos mientras esperaban el rescate, que no llegaba. Finalmente, tras horas de angustia, el nivel del agua bajó alrededor de la 1 de la mañana, permitiéndoles salir. Fueron evacuados en autobús a Requena, donde se encuentran aún alojados en un teatro, donde se estima que hay entre 300 y 400 personas refugiadas. La actividad en el lugar es incesante y los relatos de otros sobrevivientes son desgarradores.

Juan José agradece a los equipos de emergencia, mencionando que ofrecieron un excelente apoyo durante la crisis. Sin embargo, la situación no es sencilla. La falta de señal celular complica la comunicación con sus seres queridos. Su familia espera ansiosamente su regreso en Zaragoza. "A pesar de todo, Dio ha estado de nuestro lado", confiesa su esposa, Pili.

Pero no todo terminó bien para todos. Este jueves, cuando Juan José regresó al lugar del siniestro con su hijo, descubrieron una escena desgarradora: el cuerpo sin vida de una joven atrapado en su remolque. Una tragedia que ha dejado al camionero conmocionado y pensativo sobre la familia de la víctima. "Lo único que podemos hacer es lamentar profundamente lo sucedido", expresa.

La DANA ha devastado la Comunidad Valenciana y otras partes de la Península Ibérica, con un creciente número de víctimas que ya asciende a 95. Las autoridades continúan los esfuerzos de rescate en medio de esta situación de emergencia, mientras la comunidad se une en solidaridad para ayudar a quienes han sido afectados por esta tragedia natural.