Introducción

La guerra civil siria ha dejado cicatrices profundas en un país que ha sido testigo de terribles sufrimientos durante más de una década. Sin embargo, lo que parecía un estancamiento sin fin en el conflicto llegó a un sorprendente desenlace: el régimen de Bashar al-Assad se derrumbó en cuestión de días.

El ataque sorpresa

El 27 de noviembre, un ataque sorpresa de fuerzas rebeldes sirias lideradas por Hayat Tahrir al-Sham (HTS), una antigua organización vinculada a al-Qaeda, desencadenó una rápida serie de eventos que cambiaron el rumbo del conflicto. Sabiendo que los aliados de Assad estaban distraídos por otros conflictos en la región, los rebeldes aprovecharon la oportunidad con un asalto relámpago.

Avances rebeldes

Previo a esta ofensiva, analistas de CNN habían estimado que el régimen de Assad controlaba más del 60% del territorio sirio. Sin embargo, en solo una semana, los rebeldes comenzaron a hacer avances significativos, capturando ciudades clave y cortando líneas de suministro hacia las fuerzas leales al régimen.

Momentos cruciales

Uno de los momentos más cruciales fue la toma de Aleppo, la segunda ciudad más grande del país, el 3 de diciembre. La captura de Hama le siguió rápidamente, y poco después, los rebeldes también se apoderaron de Homs y Daraa, consolidando su control territorial.

Descomposición del régimen

Para el 7 de diciembre, era evidente que el régimen de Assad estaba en plena descomposición, con tropas del gobierno retirándose de los territorios azotados por los rebeldes. Un día después, el final del régimen parecía inminente cuando los rebeldes reclamaron el control de Damasco, la capital de Siria. En un giro dramático, Assad huyó a Rusia, donde recibió asilo y dejó a su familia a salvo.

Repercusiones regionales

Este colapso no solo desestabiliza Siria, sino que también ha provocado una fuerte reacción militar de Israel, que ha intensificado sus ataques aéreos en el país e incrementado su presencia en la frontera con los Altos del Golán. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha ordenado a las fuerzas armadas tomar un control más firme sobre la “zona de separación” desmilitarizada establecida en 1974.

Nuevo liderazgo

Además, el establecimiento de un nuevo liderazgo en Siria ha comenzado. Mohammad Al-Bashir, un líder vinculado a los rebeldes, ha sido nombrado primer ministro provisional, el cual supervisará la transición hacia un nuevo gobierno en los próximos tres meses. Este cambio representa no solo el fin de una era, sino también una oportunidad para reconstruir un país que ha pagado un alto precio por la guerra.

Conclusión

La situación en Siria sigue evolucionando, y el futuro del país es incierto. Con los rebeldes en control y un nuevo gobierno en formación, el mundo observa con atención cómo se desarrolla esta nueva fase del conflicto. ¡Lo que sucede en Siria podría tener repercusiones en toda la región!