La tan esperada Conferencia sobre Diversidad Biológica de la ONU, conocida como COP16, celebrada en Cali, Colombia, ha llegado a un abrupto final tras dos semanas de intensas negociaciones. La plenaria, momento crucial donde más de 190 países intentan llegar a acuerdos, fue aplazada y finalmente suspendida por falta de quórum, justo mientras se discutían asuntos vitales de financiamiento y la creación de un nuevo fondo para la biodiversidad.

La situación se tornó tensa cuando delegaciones como las de Brasil y Panamá tuvieron que solicitar un conteo de quórum, dado que numerosos delegados se retiraron debido a la prolongación de la sesión hasta la madrugada del sábado. El delegado panameño, visiblemente apurado, mencionó que era el único representante de su país en la sala. "Mi vuelo sale en tres horas", expresó. Por su parte, la representante de Fiyi, también la única de todas las islas del Pacífico presentes, subrayó la falta de recursos que limitaba su capacidad de cambiar vuelos, dejando a su delegación rodeada de sillas vacías.

Este revés no significa que los acuerdos logrados previamente se anulen. Las decisiones adoptadas antes de la suspensión, como la inclusión de pueblos indígenas y comunidades afrodescendientes como asesores permanentes en la Convención de Diversidad Biológica, siguen vigentes. Este reconocimiento del conocimiento ancestral fue uno de los pocos puntos de celebración en una cumbre marcada por desacuerdos profundos.

Sin embargo, los temas más delicados, como la creación del nuevo fondo para la biodiversidad, quedaron en la cuerda floja. Muchos países en desarrollo abogan por un fondo independiente que no esté supervisado por el Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF), mientras que naciones como Canadá y Suiza argumentan que no ven necesidad de un nuevo sistema de financiamiento en este momento, sugiriendo que podría ser más pertinente discutirlo en la próxima COP18 dentro de cuatro años.

La presión sobre la discusión financiera creció, especialmente después de que Brasil recordó la inquietud sobre el conteo de quórum, y posteriormente, la ministra colombiana Susana Muhammad, presidenta de la cumbre, confirmó que la sesión debía ser suspendida debido a la falta de representantes.

Aunque este tipo de suspensión es inusual y ha dejado a muchos en la comunidad internacional preocupados, el Ministerio de Ambiente de Colombia compartió un mensaje optimista en redes sociales, destacando que la jornada había sido histórica y llena de esfuerzos. El futuro de la biodiversidad global ahora depende de cuándo y dónde se reanuden las negociaciones, y si se podrá dar una solución efectiva a los desafíos planteados.

La COP16 se cerró sin alcanzar consensos vitales, dejando claro que la lucha por el medio ambiente es más urgente que nunca. ¿Qué pasará ahora? Las próximas decisiones podrían cambiar el rumbo de la política ambiental global. ¡Mantente atento para conocer más desarrollos impactantes!