La historia de Pablo ha dejado a muchos boquiabiertos, y no porque fuera un hombre atractivo, sino porque en realidad ¡Pablo no existía! Detrás de este personaje ficticio estaba Elena, una mujer que decidió usar las redes sociales para crear una vida paralela y enamorar a varias mujeres, haciéndolas creer que mantenían una relación romántica con él. Tania, una de las mujeres engañadas, compartió cómo fue cayendo en la trampa: «Lo conocí en redes sociales y comenzó un intercambio constante. Me enviaba fotos, me hablaba de su familia, incluso escuché su llanto por teléfono durante largos ratos». Todo parecía perfecto, pero la verdad era muy diferente.

Lo más increíble es que Tania, tan enamorada, llegó a pedir un traslado a Cádiz, pensando que estaba cerca de su amado Pablo. Las excusas para no conocerse en persona eran constantes, y las mentiras que Elena tejió eran tan convincentes que Tania no dudó ni un instante. Asombrosamente, Pablo incluso presentó a su 'mejor amiga', Elena, con quien Tania entabló una gran amistad, exacerbando aún más el engaño.

Sin embargo, el mundo de mentiras se vino abajo cuando, tras un año, Elena fue hospitalizada. En ese momento, Tania conoció a la pareja de Elena y compartió sus sospechas sobre la inexistencia de Pablo. Esta persona tomó sus preocupaciones en serio y, tras revisar el móvil de Elena, se reveló la impactante verdad: Pablo era una invención y muchas otras mujeres habían sido víctimas de esta elaborada estafa.

¡Más mujeres atrapadas en la red del 'Falso Pablo'!

Ana Rosa Quintana, periodista de renombre, anunció en su programa que al menos siete mujeres han sido identificadas como víctimas de esta manipulación. En una reveladora charla en el plató, Tania relató cómo Elena había creado una vida completamente falsa, incluyendo historias de enfermedades graves como cáncer y leucemia para ganarse la compasión de sus víctimas. Es asombroso lo lejos que puede llegar una persona en busca de atención y amor.

La psiquiatra María Velasco, presente en el debate, enfatizó que aunque no haya habido un intercambio monetario, este tipo de engaños pueden causar profundo daño emocional. Describió a Elena como una «manipuladora absoluta», con rasgos psicopáticos y narcisistas. Por su parte, la propia Elena trató de defenderse en una entrevista, afirmando: «Que busquen a Pablo y me dejen en paz, yo nunca he engañado a nadie».

Este escándalo no solo pone en evidencia el peligro de las relaciones en línea, sino que también nos deja preguntando hasta dónde puede llegar la manipulación emocional. Las autoridades están ahora interviniendo, y se espera que este caso tenga repercusiones legales importantes. Estaremos muy atentos para revelar más detalles de este sorprendente y preocupante fenómeno social.