La controvertida Bárbara Rey ha puesto en evidencia a Mediaset al revelar "las cartas de la vergüenza" de Alessandro Lequio, donde confesaba sus preferencias violentas hacia las mujeres. Este inesperado giro ocurrió durante su especial 'De Viernes', generando un clima tenso que todavía resuena en medios y redes sociales, con Alba Carrillo pronunciándose al respecto.

Bárbara, más decidida que nunca, no dudó en dirigir un fuerte ataque a Telecinco y a los programas que mantienen a Lequio en su plantilla. "¿Cómo es posible que aún haya medios que contratan a este señor?" fue su contundente declaración en plena emisión, sugiriendo a los televidentes que buscaran en Google los vídeos donde el conde confesaba sus actitudes misóginas.

El momento se tornó tenso cuando Santi Acosta, el presentador, intentó silenciar a Bárbara pidiendo a la dirección que cortara su micrófono. La vedette, indignada, empezó a cuestionar: "¿A mí? ¿A mí?". Este enfrentamiento se ha convertido en uno de los momentos más comentados de la emisión, generando reacciones en cadena.

Muchos aplauden a Bárbara por arrojar luz sobre la actitud de Alessandro Lequio y la hipocresía de Telecinco al continuar contratando a alguien que no refleja los valores "blancos y familiares" que intenta promover la nueva administración. Laura Fa incluso planteó un interrogante en las redes: "¿Por qué a Lequio no le repercute esto?"

Ante este dilema, Alba Carrillo dejó caer una revelación explosiva: "Lequio cuenta con la protección de personas influyentes, como su madrina Ana Rosa Quintana", expuso la colaboradora y modelo.

Alba, sin tapujos, cuestionó el papel de Lequio como tertuliano, afirmando que "no puede ser un buen comentarista cuando persigue a las mujeres sin compasión, salvo aquellas que él considera de un estatus social que le permita no denigrarlas públicamente". Además, enfatizó que "igual que un maltratador no puede ser buen padre, un maltratador no puede ser ni buen tertuliano, ni buen NADA". Con estas palabras, Carrillo no escatimó en calificaciones duras hacia Alessandro, desatando un torbellino de reacciones en el mundo del espectáculo.