Anthony Berry, un valiente joven de 20 años, logró sobrevivir a un tiroteo devastador la madrugada del 1 de noviembre mientras celebraba Halloween en el bullicioso centro de Orlando, Florida. En un giro trágico de eventos, un agresor de solo 17 años abrió fuego contra una multitud, dejando un saldo desgarrador de seis heridos y dos vidas perdidas, además de una mujer de 26 años que fue pisoteada en la confusión del caos.

En una conmovedora conferencia de prensa en el Orlando Regional Medical Center, Berry compartió que, a pesar de ser un estudiante dedicado a la enfermería que normalmente opta por quedarse en casa a estudiar, esa noche se dejó llevar por el espíritu festivo. "Decidimos salir y divertirnos", confesó, sin imaginar que esa decisión cambiaría su vida para siempre.

La noche se tornó oscura cuando vio al agresor abrirse paso entre la multitud y empujar a un amigo cercano. "Todo sucedió brutalmente rápido... El hombre empezó a ponerse agresivo, mientras otros intentaban calmar la situación", relató Berry. En un instante de terror, vio al tirador hacer un movimiento con la mano y, buscando refugio, se agachó justo antes de ver un "destello blanco". Una bala le alcanzó la cabeza, y con un sangrado profuso, utilizó su camiseta para tratar de cubrirse mientras corría junto con otros hacia un lugar seguro.

Afortunadamente, el joven logró llegar a los oficiales del Departamento de Bomberos de Orlando, quienes lo trasladaron rápidamente al hospital. "Agradezco a Dios por seguir aquí. Esta experiencia me ha dado una segunda oportunidad para alcanzar mis sueños", manifestó con gran gratitud.

Berry, capacitado en primeros auxilios, utilizó su conocimiento para controlar su herida, sintiendo el calor y la sangre que comenzaba a brotar. Por el momento, la policía ha arrestado al sospechoso del tiroteo, identificado como Jaylen Dwayne Edgar, quien se enfrenta a graves cargos que incluyen dos de homicidio en primer grado y seis de intento de homicidio.

Este no es el primer encontronazo de Edgar con la ley: el 2023 lo había visto enfrentando cargos por hurto mayor, y ahora quedará en manos de la justicia por sus acciones esa fatídica noche de Halloween.

La seguridad en eventos masivos en Orlando se ha convertido en una preocupación creciente. Eric Smith, jefe de la policía local, enfatizó en una reciente conferencia que Halloween es una de las noches más pobladas del año, con la asistencia de hasta 100,000 personas. "Cualquiera que fuera la mentalidad de Edgar, estaba decidido a disparar", advirtió, añadiendo que la indiferencia del tirador por la presencia policial es alarmante.

El alcalde de Orlando, Buddy Dyer, expresó su frustración ante la reciente ola de criminalidad. "Queremos un centro vibrante y divertido, pero los criminales están dispuestos a perpetrar actos terribles, incluso frente a nuestros oficiales", comentó abrumado por la situación.

Entre los fallecidos, Timothy Schmidt Jr., un prometedor estudiante de 19 años de Cypress Bay High School, fue recordado por su comunidad como un joven excepcional con un futuro brillante por delante. La Universidad de Florida Central ha iniciado una campaña de recaudación de fondos para ayudar a cubrir los gastos del funeral de Schmidt, evidenciando el profundo impacto que ha tenido esta pérdida en la comunidad.

"Era una persona extraordinaria, un hijo cariñoso y un amigo atento", fueron algunas de las palabras expresadas por el organizador de la recaudación, mientras la comunidad se une en duelo y en apoyo a las familias afectadas por esta tragedia.