El CAIRO.- En una sorprendente escalada de la violencia, los rebeldes hutíes de Yemen han llevado a cabo un ataque masivo contra buques navales de Estados Unidos, incluyendo el portaaviones Lincoln, en el Mar Arábigo y el Mar Rojo. Según el vocero militar del grupo, Yahya Sarea, estas operaciones se realizaron el reciente martes y fueron ejecutadas con precisión utilizando misiles avanzados y drones.

La primera operación se centró en el portaaviones Lincoln en el Mar Arábigo, mientras que en el Mar Rojo, los hutíes dirigieron misiles y drones hacia dos destructores estadounidenses. Este sorprendente ataque tuvo una duración total de ocho horas, una demostración de la creciente capacidad ofensiva del grupo yemení.

Los hutíes han intensificado sus ataques en respuesta a la reciente guerra entre Israel y Hamas, afectando gravemente el tráfico marítimo en una de las rutas comerciales más importantes del mundo, donde se transportan mercancías valoradas en más de un billón de dólares anualmente. Este conflicto también ha desatado una ola de incertidumbre en la región, aumentando la preocupación entre los comerciantes y transportistas internacionales.

La campaña hutí ha presentado un impacto devastador en el comercio marítimo; más de 90 barcos mercantes han sido atacados desde el inicio de la guerra en Gaza en octubre de 2023, con dos buques hundidos y al menos cuatro marinos muertos. En medio de esta tensión, la inteligencia de la ONU ha reportado que los hutíes podrían estar extorsionando a las empresas navieras, obteniendo abrumadoras ganancias de aproximadamente 180 millones de dólares mensuales por permitir el paso seguro a través de las aguas.

Los hutíes han llevado su ofensiva más allá, derribando drones estadounidenses MQ-9 Reaper en varias ocasiones, lo que ha elevado aún más la alarma entre los militares de EE. UU. El último ataque notable ocurrió el 28 de octubre, cuando un buque cisterna liberiano fue el blanco de los ataques. Antes de eso, otro ataque había afectado al buque cisterna químico Olympic Spirit, también de bandera liberiana, el 10 de octubre.

A pesar de la disminución en la frecuencia de los ataques últimamente, la amenaza persiste, especialmente tras la reciente orden de operaciones por parte del ejército estadounidense, que lanzó bombarderos furtivos B-2 contra instalaciones de los hutíes. La tensión en la región sigue en aumento, y recientemente se han realizado ataques aéreos contra posiciones hutíes, lo que refleja la provisión de un firme compromiso por parte de EE. UU. de proteger sus intereses marítimos.

El panorama de guerra en el Mar Rojo y el Mar Arábigo se complica cada vez más, y las potencias globales están observando de cerca estos desarrollos. La presión sobre los hutíes y el eventual impacto en el comercio mundial son temas que dejarán grandes repercusiones a medida que la situación continúe evolucionando.