Salud

¡Impactante! Pacientes con rosácea tienen hasta el 57% más probabilidades de sufrir ansiedad y depresión

2024-12-13

Autor: Carmen

La rosácea es una afección cutánea crónica que afecta el rostro, con una incidencia creciente a nivel global, especialmente entre adultos de 30 a 60 años. Lo que muchos no saben es que su impacto va más allá de lo físico: el enrojecimiento constante, las lesiones visibles y las molestias oculares pueden afectar profundamente la autoimagen y la autoestima de quienes la padecen. Un reciente estudio ha destacado esta conexión inquietante al comparar la calidad de vida y el bienestar emocional de los pacientes con rosácea frente a individuos sanos.

Los resultados, publicados en la revista 'Dermatology Times', revelan que aquellos que sufren de rosácea no solo enfrentan problemas físicos, sino que la duración y gravedad de su enfermedad está vinculada a un aumento significativo en los casos de depresión (31%) y ansiedad (57%). Esta alarmante prevalencia necesita ser abordada de inmediato.

El estudio se realizó en un hospital en Jordania entre septiembre de 2022 y noviembre de 2023, con la participación de 396 pacientes, divididos en dos grupos: uno con diagnóstico de rosácea y otro grupo de control sin problemas cutáneos. La mayoría de los participantes tenían alrededor de 37 años y se trató principalmente de mujeres (el 75%). Se identificaron cuatro subtipos de rosácea entre los pacientes: eritematotelangiectásica, papulopustulosa, fimatosa y ocular.

La investigación utilizó el Índice de calidad de vida en dermatología (DLQI) y la Escala de ansiedad y depresión hospitalaria (HADS) para evaluar el bienestar de los participantes, además de la Evaluación del eritema del médico (CEA) para medir la severidad de la enfermedad.

Los autores resaltan la importancia de realizar evaluaciones psicológicas de rutina para estos pacientes en clínicas dermatológicas. Recomiendan un enfoque terapéutico que no solo trate los síntomas físicos de la rosácea sino que, además, ofrezca apoyo psicológico, apuntando especialmente a aquellos con síntomas más visibles y graves.

En un contexto donde la salud mental es cada vez más reconocida como fundamental, es necesario que los profesionales de la salud estén alerta a estas conexiones entre dermatología y psicología para mejorar la calidad de vida de quienes sufren de rosácea y fomentar un entorno de apoyo integral.