En una trayectoria que promete revolucionar la salud mundial, el directivo de GSK Europa, Guillermo de Juan, ha delineado los ambiciosos planes de la farmacéutica británica, la cual busca impactar positivamente la vida de 2.500 millones de personas hacia 2030. Con iniciativas avanzadas como la construcción de un laboratorio BSL-4 en España y el desarrollo de innovadoras vacunas y tratamientos para enfermedades olvidadas, GSK reafirma su compromiso con la salud global.

En una reveladora entrevista para el programa 'Ciencia Para Vivir Mejor' en ConSalud.es, de Juan expuso numerosas prioridades que marcarán la pauta de la compañía para 2025. Resaltó especialmente la importancia de la innovación en áreas críticas como la oncohematología, enfermedades infecciosas y salud respiratoria, junto con un fuerte enfoque en la prevención, vital para la sostenibilidad de los sistemas de salud.

De Juan apuntó que los sistemas de salud están bajo presión debido al envejecimiento de la población y al aumento de enfermedades crónicas. Además, subrayó la necesidad de contar con financiamiento sólido, alineándose así con la reciente estrategia de la Comisión Europea que demanda políticas más robustas en prevención. En el ámbito oncológico, donde los diagnósticos tempranos han aumentado un impresionante 80% en los últimos 30 años, destacó que "la prevención no es solo necesaria, es nuestra oportunidad para un futuro más saludable para todos".

Con una inversión significativa en investigación y desarrollo biomédico, que en España supera los 1.400 millones de euros, GSK ha consolidado su posición como líder de la investigación clínica, siendo España el segundo mercado a nivel mundial. Esta expansión se complementa con la mencionada inversión en el laboratorio BSL-4, que será pionero tanto en el país como en el mundo para una compañía farmacéutica. Este laboratorio servirá para investigaciones de patógenos altamente peligrosos, incluyendo bacterias multirresistentes y virus sin tratamientos, siguiendo las recomendaciones de la UE para mejorar la respuesta ante futuras pandemias.

Además, GSK continúa su enfoque en la salud global, asegurando soluciones eficaces para combatir enfermedades que afectan a las poblaciones más vulnerables. Según la Organización Mundial de la Salud, anualmente más de 240 millones de personas contraen malaria y un millón mueren de tuberculosis. A este respecto, GSK lanzó en 2021 la primera vacuna contra la malaria recomendada por la OMS, actualmente en fase piloto. "Nuestro trabajo no se detiene aquí. Seguimos invirtiendo en áreas críticas, porque ninguna empresa que busque mejorar la salud global puede ignorar estas realidades", destacó de Juan.

La interconexión entre la salud y el medio ambiente es otro pilar vital en la estrategia de GSK. Con un enfoque One Health, la compañía entiende que la salud humana, animal y ambiental están intrínsecamente relacionadas. GSK está a la vanguardia de varias iniciativas medioambientales, buscando alcanzar un impacto neto cero en las emisiones de carbono y un efecto positivo en la biodiversidad. "Fuimos pioneros en establecer objetivos climáticos y continuamos liderando este camino al obtener posiciones destacadas en el Dow Jones Sustainability Index y ser socios principales en la COP26 de Glasgow", concluyó de Juan, reafirmando su visión de un futuro donde salud y sostenibilidad van de la mano.