Las Fuerzas Armadas de Ucrania han llevado a cabo un ataque audaz este sábado (21.09.2024), bombardeando dos importantes depósitos de municiones ubicados en el sur y el oeste de Rusia. Uno de estos sitios es considerado crucial para la logística de las tropas invasoras rusas, en un esfuerzo por debilitar su capacidad de combate.

Imágenes difundidas en redes sociales muestran potentes explosiones, múltiples detonaciones y enormes nubes de humo, aunque no se ha podido verificar su autenticidad. Según el Estado Mayor ucraniano, los depósitos bombardeados se encuentran en el distrito de Tijoretsk, en la región de Krasnodar, y en la localidad de Oktiabrski en la región de Tver, que está cercana a Moscú.

Antes del ataque, las autoridades de Krasnodar habían comenzado evacuaciones después de que se reportara un incendio relacionado con un dron ucraniano. Por su parte, las autoridades de la región de Tver también comunicaron haber sido blanco de ataques, aunque no especificaron los objetivos, asegurando que no se registraron víctimas.

El depósito de Tijoretsk, una de las tres mayores bases de almacenamiento de municiones en Rusia, se identifica como un 'lugar clave' en la logística militar rusa y alberga al menos 2.000 toneladas de municiones, incluyendo material provisto por Corea del Norte.

El segundo objetivo, el 23.º Arsenal del Departamento Principal de Artillería del Ministerio de Defensa de Rusia, está ubicado cerca de Oktiabrski. Esta operación fue ejecutada por los servicios de seguridad ucranianos, quienes confirmaron que ambos ataques fueron 'exitosos'.

Estos incidentes no son aislados, ya que previamente Ucrania había reivindicado la destrucción de un depósito de misiles y municiones en Toropets, también en la región de Tver. Durante ese ataque, las autoridades rusas informaron de un 'incendio' sin referirse directamente al tipo de depósito afectado y ordenaron evacuaciones temporales. Informes rusos indicaron que el ataque fue realizado con la utilización de seis drones kamikaze.

Esta reciente ofensiva destaca la intensificación de las acciones ucranianas en un conflicto que ha mostrado pocos signos de desaceleración. Expertos militares advierten sobre un posible aumento en la frecuencia de ataques dirigidos a las infraestructuras logísticas rusas a medida que ambas naciones continúan enfrentándose en el campo de batalla. ¿Podría esta ser la clave para cambiar el rumbo del conflicto? Solo el tiempo lo dirá.