Una nueva investigación de la encuesta 'La Voz de la Profesión Veterinaria', realizada por la Asociación Británica de Veterinarios (BVA), ha sacado a la luz una cruda realidad: ¡un 23% de los veterinarios neurodivergentes no se siente apoyado en su lugar de trabajo! Esto es especialmente alarmante en un sector donde se considera esencial el bienestar y la salud mental del personal.

Según el estudio, un 25% de los veterinarios jóvenes se identifican como neurodivergentes, un grupo que abarca diversas condiciones como el trastorno del espectro autista (TEA), el TDAH, la dislexia, la dispraxia, entre otros. La encuesta también revela que el 13% del total de los veterinarios se sienten de esta manera, lo que subraya la necesidad urgente de un cambio cultural en los entornos laborales del sector.

Interesantemente, el 62% de los veterinarios neurodivergentes afirmaron que, aunque enfrentan retos únicos en su trabajo, hay diversas áreas donde su neurodiversidad les brinda ventajas competitivas. Esto sugiere que, lejos de ser un obstáculo, la neurodivergencia puede enriquecer la dinámica laboral si se le proporciona el apoyo adecuado.

La BVA está impulsando una campaña vital para fomentar un entorno laboral más inclusivo. "Es fundamental que cada lugar de trabajo en el sector veterinario tome medidas activas para crear un ambiente que reconozca y apoye las diferencias individuales", menciona Elizabeth Mullineaux, presidenta de la Asociación Veterinaria Británica. "Proporcionar adaptaciones razonables es solo el primer paso; la verdadera inclusión requiere un esfuerzo conjunto que valore tanto las fortalezas como los desafíos de cada miembro del equipo".

Además, el nuevo recurso de Vetlife Bridging Understand: Breaking Barriers ofrece apoyo práctico para abordar este importante tema. Muchas clínicas todavía luchan para entender cómo incorporar cambios que puedan beneficiar no solo a quienes son neurodivergentes, sino a todo el equipo.

Es un llamado a la acción para toda la comunidad veterinaria. La neuroinclusión no es solo un objetivo; es una necesidad para asegurar la salud y el bienestar de todos los profesionales que dedican su vida a cuidar a nuestros amigos peludos. ¿Qué cambios estás dispuesto a hacer para mejorar tu entorno laboral? ¡Es hora de actuar!