Marius Borg Høiby, el hijo de la princesa Mette-Marit de Noruega, ha comenzado un tratamiento de desintoxicación en una clínica de Londres, marcado por una notable crisis personal. Su padrastro, el príncipe heredero Haakon, ha estado a su lado en este difícil proceso, mostrando su solidario compromiso familiar en un momento tan complicado.

Con 27 años, Marius ha enfrentado la atención mediática desde el pasado verano, tras ser detenido en Oslo por una denuncia de agresión relacionada con el consumo de alcohol y otras sustancias. Marius ha sido abierto sobre sus luchas con la adicción, expresando su deseo de superar sus problemas y hacer frente a sus demonios internos. Sin embargo, su situación se ha agravado por nuevas denuncias de agresión que han puesto aún más presión sobre su vida personal.

La reciente decisión del príncipe Haakon de acompañar a Marius a Londres resalta su dedicación a la familia. Según informes del medio noruego 'Se og Hør', ambos tomaron un vuelo comercial el 7 de noviembre. El príncipe Haakon ha comentado, en sus primeras declaraciones sobre el asunto: «Nosotros, como familia, tratamos de cuidarnos unos a otros», reflejando la importancia del apoyo mutuo en estos momentos críticos.

Cabe destacar que la princesa Mette-Marit se encuentra actualmente en tratamiento por su fibrosis pulmonar crónica, lo que ha añadido un nivel adicional de estrés a la dinámica familiar. A medida que la familia real pasa por estos retos, la unión que demuestran en público podría ser una fuente de fortaleza para enfrentar las adversidades.

Este episodio no solo plantea preguntas sobre la salud y el bienestar de Marius, sino que también subraya la creciente preocupación sobre los problemas de salud mental y adicción entre la juventud contemporánea. La historia de Marius puede ser un llamado de atención para la sociedad sobre la necesidad de abordar estas cuestiones de forma abierta y compasiva.