Un estudio innovador del Instituto Karolinska ha revelado que factores como la inflamación y los niveles altos de glucosa están directamente vinculados a la apariencia de un cerebro más envejecido. Sorprendentemente, los estilos de vida saludables parecen proteger el cerebro, dándole un aspecto más joven. Este hallazgo es crucial en la lucha contra el envejecimiento cognitivo.

Anna Marseglia, la autora principal del estudio y experta en Neurobiología, destaca que a pesar de la llegada de nuevos medicamentos para tratar el Alzheimer, no son un remedio universal para todos los pacientes con demencia. "Es esencial identificar qué factores pueden fortalecer la resistencia del cerebro contra procesos de envejecimiento patológicos", comenta Marseglia, subrayando la importancia de este tipo de investigación.

El estudio, publicado en la revista 'Alzheimer's & Dementia', analizó a 739 individuos de 70 años con buena salud cognitiva, de los cuales 389 eran mujeres, todos seleccionados de la cohorte H70 de Gotemburgo, Suecia. Utilizando resonancias magnéticas, los investigadores pudieron calcular la edad de los cerebros mediante un algoritmo basado en inteligencia artificial, lo que revolucionó la forma de realizar estudios neurobiológicos.

Eric Westman, quien lidera el equipo, asegura que "el algoritmo no solo es preciso y robusto, sino también accesible", lo que podría abrir puertas a nuevas investigaciones en la salud cerebral.

Los investigadores combinaron las imágenes cerebrales con muestras de sangre que medían lípidos, niveles de glucosa y marcadores de inflamación, además de realizar pruebas cognitivas a los participantes. También se tuvo en cuenta el estilo de vida de los sujetos, abarcando el ejercicio y condiciones médicas existentes.

Los resultados fueron sorprendentes: la inteligencia artificial estimó que, en promedio, la edad cerebral de los participantes era de 71 años. Los científicos analizaron la diferencia entre la edad cerebral estimada y la cronológica, llegando a la conclusión de que factores como la diabetes, los accidentes cerebrovasculares, y la inflamación están relacionados con un envejecimiento cerebral más acelerado.

Por otro lado, un estilo de vida activo y saludable se asocia con cerebros de apariencia más joven, lo que refuerza la idea de que cuidar de nuestra salud vascular es vital.

"Una de las conclusiones más impactantes del estudio es que los factores que afectan negativamente la salud vascular están intrínsecamente relacionados con un cerebro envejecido", enfatiza Marseglia. Por tanto, garantizar un control adecuado de los niveles de glucosa en sangre y mantener hábitos saludables se convierte en una pieza clave para proteger nuestra salud cognitiva a medida que envejecemos. ¡La salud de nuestro cerebro podría depender de ello!