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¡Impactante! La DANA Revierte la Sequía en España y Restaura los Embalses

2024-11-13

Autor: David

Las lluvias provocadas por la reciente DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) han traído un alivio inesperado en España, marcando octubre de 2024 como el más lluvioso de la historia del país. Esta situación contrasta drásticamente con la grave sequía que azotó la Península durante más de un año, causando estragos en la agricultura y la producción energética. En meses recientes, los embalses estaban en niveles alarmantemente bajos.

Sin embargo, la llegada de la DANA ha cambiado drásticamente este panorama.

Impresionante Recuperación de los Embalses

La magnitud de las precipitaciones asociadas a este fenómeno se refleja claramente en los niveles de llenado de los embalses de la cuenca mediterránea. En un periodo de solo dos semanas, los embalses han experimentado un aumento considerable en su llenado. Por ejemplo, la cuenca del Júcar, que anteriormente registraba los niveles más críticos, ha mostrado un cambio espectacular. El embalse de María Cristina pasó del 4% de su capacidad a un asombroso 94%.

Promediando entre el 11 de octubre, fecha del último Boletín Hidrográfico antes de la DANA, hasta la actualidad, los embalses del Júcar han aumentado su nivel del 40,1% al 48,1%, lo que equivale a 228 hectómetros cúbicos adicionales. No obstante, persiste la incertidumbre sobre la proporción de este volumen que corresponde a agua potable frente a sedimentos acumulados.

La mejora no se limita al Júcar. Diversas cuencas también han registrado avances notables: las cuencas internas de Cataluña han visto un incremento del 27,9% al 33,4%, mientras que la cuenca del Segura subió del 14,6% al 18,7%. Los embalses andaluces han pasado del 21,9% al 27,4%, y la cuenca del Ebro ha aumentado del 66,5% al 71,8%.

La DANA también ha beneficiado a otras cuencas, como las del Tinto, Odiel, Guadalquivir y, sobre todo, a la Guadalete-Barbate, cuya capacidad ha crecido del 21,2% al 27,5%.

Prevención de Riesgos

Aunque el llenado de los embalses es una alegría en medio de lo que se considera uno de los peores desastres naturales en Europa en el último siglo, el volumen de agua almacenado sigue siendo solo una fracción de las enormes cantidades que cayeron durante los aproximadamente nueve días activos de la DANA.

Los embalses han cumplido una función vital: no solo almacenan agua para consumo, sino que han logrado mitigar la fuerza de las riadas, evitando que millones de metros cúbicos de agua, lodo y escombros inundaran comunidades y territorios bajos. Este fenómeno demuestra que, aunque los embalses no pudieron contener la totalidad de la inundación, han sido un recurso clave para la prevención de desastres. Es un recordatorio de la importancia de la gestión del agua en tiempos de crisis climática.

Así, la DANA, a pesar de sus estragos, ha ofrecido una oportunidad para reflexionar sobre la gestión de recursos y la resiliencia frente a los fenómenos climáticos extremos. ¡España ha aprendido una lección valiosa en medio de la adversidad!