Salud

¡Impactante! La contaminación del aire es un nuevo enemigo en el desarrollo de la demencia

2025-09-10

Autor: María

El impacto inesperado de la contaminación del aire

La contaminación del aire ya no es solo una amenaza para nuestros pulmones y corazones; ahora también acecha a nuestro cerebro. Investigaciones recientes publicadas en prestigiosas revistas científicas como The Lancet y Science han revelado un inquietante vínculo entre la exposición a los contaminantes del aire y el aumento del riesgo de padecer demencia. Esto es especialmente alarmante en relación con formas menos conocidas de la enfermedad, como la demencia por cuerpos de Lewy, una de las más complejas y devastadoras.

Desgarradora estadística mundial

Con más de 57 millones de personas afectadas por demencia en todo el mundo y cifras que continúan aumentando, un análisis de The Lancet ha examinado datos de más de 24 millones de individuos. Los hallazgos son alarmantes: la exposición prolongada a partículas finas (PM2.5), dióxido de nitrógeno y carbono negro se asocia con un mayor riesgo de desarrollar demencia. Por cada incremento de 5 µg/m³ de PM2.5 en el aire, el riesgo de demencia se eleva un 8%. Los investigadores sugieren que disminuir la contaminación podría resultar en una disminución directa de la incidencia de demencias.

Mecanismos devastadores revelados

Pero eso no es todo. Un segundo estudio, publicado en Science, ha ido más allá al identificar mecanismos moleculares específicos a través de los cuales la contaminación del aire podría inducir la demencia, especialmente la relacionada con cuerpos de Lewy, que afecta a millones y comparte síntomas con el Parkinson y el Alzheimer. Se ha descubierto que la exposición crónica a PM2.5 puede inducir una forma patógena de la proteína α-sinucleína, asociada con esta demencia.

Un vínculo tóxico entre la polución y el cerebro

En modelos animales, esta proteína alterada ha demostrado causar déficits cognitivos, atrofia cerebral y daño neurológico, replicando el curso de la enfermedad humana. Además, la variante inducida por contaminantes ha mostrado ser más tóxica y resistente que otras, afirmando un enlace directo entre la polución y esta patología neurodegenerativa. En experimentos con ratones, esta variante ha provocado un severo deterioro cognitivo, mientras que aquellos que no producen α-sinucleína permanecieron protegidos del daño inducido por la contaminación.

Un llamado a la acción urgente

Los autores de ambos estudios lanzan una clara advertencia: la contaminación del aire es un factor de riesgo modificable, y las políticas ambientales deben considerar su impacto en la salud neurológica. "En conjunto, estos resultados subrayan la importancia de continuar investigando el papel de la contaminación atmosférica en las enfermedades neurodegenerativas y sus implicaciones en las estrategias de salud pública", advirtieron los investigadores de Science.