En una conmovedora entrevista, Jota Peleteiro, exfutbolista de 33 años, se abrió sobre su tormentoso divorcio con Jessica Bueno, de 34 años, describiendo un calvario que ha durado dos largos años. "Por dentro estoy destrozado. Necesitaba contar la verdad y desmentir muchas cosas que me han hecho mucho daño", confesó en el programa de televisión "De viernes". Su versión contrasta dramáticamente con la representación que ha dado Jessica sobre su relación.

Peleteiro reveló que Jessica tenía un estilo de vida extravagantemente lujoso: "Ella quería llevar una vida nada austera y deseaba rodearse de lujos. Me molestaba que, siendo privilegiados como familia, ella siempre buscaba lo mejor de lo mejor. Cuando íbamos a un hotel, tenía que estar en la mejor suite". Además, comentó que se encontraba en una situación en la que él era el encargado de organizar los viajes de su hijo Fran para ver a su padre, pero rechazó ideas como viajar en avión privado, considerando que no tenía sentido gastar tanto dinero en ello.

El exfutbolista se sintió presionado por Jessica, quien le exigía costosos regalos para su familia: "He sido el primero que le regalaba un coche a mi padre por su cumpleaños, y Jessica me obligaba a hacer lo mismo por su padre. He mantenido a su familia durante años". Peleteiro expresó su descontento al recordar cómo los demás parecían olvidar rápidamente todo lo que había hecho por ellos tras la ruptura.

El momento culminante de su sufrimiento se dio cuando se sintió incapaz de abordar la crisis que atravesaban. Aunque intentó separarse en múltiples ocasiones, el miedo lo paralizaba: "Nunca me atreví a decírselo, era un tema que trabajaba con la psicóloga". La relación se volvió tan tóxica que incluso se discutía delante de los niños, lo cual le afectó profundamente. "Las peleas frente a ellos fueron uno de los factores que me llevaron a romper la relación", añadió.

En cuanto a los términos de su separación, Peleteiro indicó que firmó un acuerdo de 15.000 euros mensuales bajo presión y amenazas de Jessica: "Me decía que si me separaba de ella, no volvería a ver a Fran". Este niño, resultado de su relación anterior con Kiko Rivera, es querido por Peleteiro como si fuera su propio hijo.

La historia no termina ahí. Aunque el divorcio es un hecho consumado, Jota asegura que aún no se ha recuperado de este trauma: "He estado en tratamiento, lo he pasado muy mal... Esto no está siendo justo conmigo y siento que se ha pasado de la raya. Es un constante ataque, un hacer daño por hacer daño". Su testimonio ha resonado entre muchos, generando controversia y empatía en igual medida.