Una sola frase de Jensen Huang, el poderoso CEO de NVIDIA, ha sacudido el mercado de la computación cuántica, dejando a varias empresas en un estado crítico. Durante una reciente conferencia, Huang afirmó:

"Si dijeras 15 años para tener ordenadores cuánticos verdaderamente útiles, sería optimista. Si dijeras 30, pesimista. Pero si eliges 20, creo que muchos estaríamos de acuerdo".

¿Por qué esto es un gran golpe?

Las palabras de Huang son especialmente significativas dado que NVIDIA es un líder indiscutible en inteligencia artificial y su influencia es capaz de mover mercados enteros. Las acciones de empresas como Rigetti Computing, Quantum Computing e IonQ han caído dramáticamente:

- **Rigetti Computing:** caída del 46%.

- **Quantum Computing:** caída del 43%.

- **IonQ:** caída del 42%.

- **D-Wave:** caída de más del 30%.

En total, se estima que más de 8.000 millones de dólares en valor de mercado se evaporaron en un solo día, según las estimaciones de Reuters. Es digno de mención que Rigetti y Quantum habían visto un crecimiento acumulado de más del 1.800% en pocos meses antes de este desplome.

El panorama actual.

La computación cuántica ha prometido revolucionar industrias enteras, desde la criptografía hasta simulaciones complejas. Recientemente, Google dio a conocer un chip que es capaz de realizar cálculos que llevarían 10 septillones de años a un superordenador actual en solo cinco minutos. Sin embargo, muchas de estas empresas aún no generan ingresos significativos y dependen de expectativas futuras.

Por ejemplo, Rigetti está valorada en 4.400 millones de dólares y esperaba terminar 2024 con unos ingresos de 11 millones de dólares. IonQ, con una valoración de 10.000 millones, preveía ingresos de 41,6 millones.

Las reacciones surgen.

Ante el comentario de Huang, el CEO de D-Wave, Alan Baratz, defendió la viabilidad de la computación cuántica actual, afirmando que empresas como Mastercard ya utilizan su tecnología. Sin embargo, algunos analistas sugieren que los comentarios de Huang pueden estar influenciados por sus propios intereses, ya que la computación cuántica podría representar una "amenaza existencial" para las GPU de NVIDIA en un futuro cercano.

¿Y ahora qué?

Los inversores enfrentarán el reto de evaluar si confiar en la cautela de Huang respecto a la computación cuántica o en el optimismo de las empresas que están a la vanguardia de esta tecnología. El sector ha multiplicado su valor casi por veinte en el último año, y las declaraciones de un CEO influyente como Huang podrían desencadenar una corrección prolongada en el tiempo.

En definitiva, la batalla por el futuro de la computación cuántica está lejos de haberse decidido, y los inversores estarán observando de cerca los próximos movimientos en esta dinámica industria.