Un trágico y alarmante incidente ha sacudido Las Vegas, donde un soldado, identificado como Matthew Livelsberger, de 37 años, hizo explotar un Tesla Cybertruck frente al hotel Trump. Sorprendentemente, las autoridades han revelado que Livelsberger utilizó Inteligencia Artificial generativa, específicamente ChatGPT, para ayudar a planear este ataque. Este suceso ha abierto un debate candente sobre las implicaciones de la IA en actividades delictivas.

Según la policía de Las Vegas, las búsquedas realizadas por Livelsberger en ChatGPT revelaron que estaba interesado en información relacionada con objetivos explosivos y la efectividad de diferentes tipos de municiones. Además, indagó si los fuegos artificiales eran legales en Arizona, lo que sugiere una planificación detallada y consciente de sus acciones. Kevin McMahill, sheriff del Departamento de Policía Metropolitana, declaró que este es un "cambio de juego" y que el departamento está compartiendo hallazgos con otras agencias de seguridad.

"Este es el primer incidente documentado en Estados Unidos donde ChatGPT ha sido utilizado para apoyar la construcción de un dispositivo letal", comentó McMahill, señalando la gravedad de la situación. En respuesta, OpenAI, la compañía detrás de ChatGPT, enfatizó su compromiso con el uso responsable de su tecnología, afirmando que el chatbot ofreció advertencias contra actividades ilegales y solo proporcionó información ya disponible en Internet.

Desde su lanzamiento en 2022, ChatGPT ha ganado popularidad por ser una herramienta accesible y fácil de usar, lo que plantea interrogantes sobre su regulación y uso en contextos peligrosos. La explosión en Las Vegas dejó a siete personas con heridas leves, aunque el Trump International Hotel apenas sufrió daños.

Las autoridades han confirmado que Livelsberger actuó solo, pero la utilización de tecnología avanzada para la planificación de actos violentos ha encendido una alarma sobre la posible seguridad pública en el futuro. Este incidente podría marcar el comienzo de una era donde la inteligencia artificial y la criminalidad se entrelazan, por lo que es vital que se tomen medidas para evitar que herramientas como ChatGPT sean mal utilizadas.