¡Impactante! El sabotaje del Nord Stream desata la fuga de metano más grande jamás registrada: ¡equivale a la contaminación de ocho millones de coches en un año!
2025-01-15
Autor: Francisco
Introducción
En septiembre de 2022, el gasoducto Nord Stream, responsable de transportar gas natural desde Rusia hacia Europa Occidental a través del Mar Báltico, fue objeto de un devastador sabotaje mediante explosivos. Aunque las circunstancias del ataque siguen siendo un misterio, informes recientes sugieren una implicación ucraniana en respuesta a la invasión rusa. Sin embargo, las consecuencias de este acto no solo afectaron la seguridad energética europea, sino que también provocaron una histórica fuga de metano (CH₄), un gas de efecto invernadero que está bajo la lupa en la lucha contra el cambio climático.
Impacto ambiental
A merced de esta catástrofe, equipos de científicos se movilizaron rápidamente para medir el impacto ambiental, y los resultados ahora revelan cifras alarmantes. Alrededor de 465,000 toneladas métricas de metano escaparon a la atmósfera, sumando otras decenas de toneladas que se disolvieron en el mar. Esta cifra es más del doble de lo que se había estimado inicialmente, según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), que coordinó a un equipo de 70 investigadores de 30 organizaciones distintas. Según el Pnuma, el impacto de esta fuga es comparable al que ocasionarían ocho millones de automóviles circulando durante un año.
Comparación con otras emisiones
El estudio coordinado por el Pnuma también destaca que esta fuga representa la mayor emisión puntual de metano generada por actividades humanas, superando la récord anterior del 2023 en un campo petrolero en Kazajistán, por 3.5 veces. Luis Guanter, profesor de Física Aplicada en la Universitat Politècnica de València y uno de los investigadores del estudio, indica que, a diferencia de la fuga en el campo kazajo que continuó durante más de 200 días, la del Nord Stream fue visible solo durante un breve lapso de diez días debido a la profundidad de las rupturas, que oscilaba entre 70 y 80 metros. Esto facilitó que el metano ascendiera rápidamente, afectando gravemente la atmósfera.
Metodología del estudio
Los investigadores combinaron múltiples fuentes de datos, como imágenes satelitales, mediciones aéreas y observaciones marinas, para cuantificar la cantidad de metano que se disolvió y se liberó. Esta gasoducto contenía, en el momento del sabotaje, casi 500,000 toneladas de metano, siendo la mayoría liberada al aire, contribuyendo así al calentamiento global.
Impacto del metano en el calentamiento global
El metano, un subproducto asociado a la industria de combustibles fósiles y presente en la producción de carbón, representa alrededor de un tercio del calentamiento global actual. Aunque su permanencia en la atmósfera es más corta que la del dióxido de carbono, tiene un potencial de atrapar calor 25 veces mayor.
El verdadero problema
Los resultados del estudio indican que, a pesar de su magnitud, esta fuga solamente constituye el 0.1% de todas las emisiones humanas de metano en 2022, subrayando un problema mucho más grande: las continuas fugas cotidianas y el venteo deliberado por parte de la industria de combustibles fósiles. Es un recordatorio de que el verdadero desafío radica en las emisiones persistentes proveniente del ganado, cultivos y la actividad industrial.
Perspectivas futuras
La fuga del Nord Stream ha sido calificada como 'la punta del iceberg' por expertos. Manfredi Caltagirone, del Observatorio Internacional de Emisiones de Metano (IMEO), enfatiza que, a pesar de su gravedad, las explosiones sólo representaron dos días de las emisiones mundiales de metano provenientes de la industria del petróleo y gas. IMEO ha desarrollado un sistema de alerta para monitorear estas fugas, pero una reciente evaluación señaló que la mayoría de estas advertencias son ignoradas. Entre enero y septiembre de 2022, se registraron 1,225 fugas detectadas por satélites, pero solo el 1% recibió una respuesta sustantiva.
Conclusión
La magnitud de la fuga del Nord Stream debería ser un llamado a la acción urgente para mitigar los efectos devastadores del metano en nuestro clima. ¿Estamos realmente listos para abordar esta crisis que se cierne sobre nosotros?