Un trágico y aterrador incidente tuvo lugar en Mos la noche del 5 de enero, cuando una mujer de 70 años fue gravemente herida por su hijo de 28 años. En un desesperado llamado al 061, la septuagenaria suplicó ayuda gritando: "¡Meu fillo mátame; leva un cuchillo!". Se encontraba atrapada en el baño mientras su hijo, presuntamente bajo un estado psicótico, la agredía con un cuchillo. A las 21:50 horas, los servicios de emergencia fueron alertados, y una ambulancia, acompañada de patrullas de la Guardia Civil, se dirigió rápidamente a la vivienda situada en un área rural de Tameiga.

Al llegar, la policía encontró al joven cerca de una ventana, mientras que su madre se hallaba dentro de la bañera con severas quemaduras en el 35% de su cuerpo y un traumatismo craneoencefálico. Tras ser trasladada al Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña, la mujer sigue en estado muy grave dos semanas después del ataque. Por su parte, el hijo fue llevado a la Unidad de Psiquiatría del hospital Álvaro Cunqueiro en Vigo y no está en condiciones de ser juzgado. Las autoridades creen que su agresión fue motivada por una descompensación psicótica relacionada con su diagnóstico de enfermedad mental.

La violencia familiar sigue siendo un tema alarmante en Galicia, pues este caso se suma a una serie de crímenes recientes donde los agresores presentaban severos trastornos psiquiátricos. Desde el asesinato de una hermana en Lavadores hasta el apuñalamiento de una madre en As Neves, estos actos han encendido un debate sobre la necesidad de mejorar los recursos para el tratamiento de enfermedades mentales en la región.

Detrás de las rejas de la desesperación

El relato del joven al ser capturado fue inquietante. Declaró que su abuela materna le había instigado a asesinar a su madre, a quien calificó de 'demonio'. Durante su ingreso en el hospital, continuó con sus delirios, afirmando recibir señales divinas que lo autorizaban a llevar a cabo el ataque. Estos testimonios han generado preocupación sobre su estado mental y el riesgo que podría representar al salir de la institución psiquiátrica.

La víctima, cuya situación sigue siendo crítica, ha sufrido no solo quemaduras químicas en varias partes de su cuerpo, incluyendo el cuero cabelludo, cuello y torso, sino también un impacto potencialmente irreversible en su salud física y psicológica. Durante la atención médica inicial, también se descubrieron heridas que parecían ser causadas por un cuchillo.

A la espera de justicia

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Porriño está manejando este caso tras la expiración del plazo de 72 horas de arresto por parte del joven, quien ahora se encuentra en libertad provisional a la espera de su alta hospitalaria. Cuando este momento llegue, se informará al juez y a la Guardia Civil para proceder con su arresto y llevarlo ante la ley por esta brutal agresión.

Este escalofriante incidente ha sacudido a la comunidad de Mos, que exige respuestas y soluciones a esta problemática que, lamentablemente, parece estar en aumento. La situación invita a una reflexión profunda sobre la salud mental y la violencia intrafamiliar que aún persiste en nuestra sociedad.