Las universidades públicas y privadas de España han alcanzado un acuerdo 'de mínimos' para la Selectividad de este año, causando revuelo entre estudiantes y profesores. Este acuerdo establece las fechas para los exámenes, que se llevarán a cabo del 3 al 5 de junio. Sin embargo, la gran controversia radica en que no se han definido requisitos claros en cuanto al temario de estudio, dejando a muchos alumnos en la incertidumbre.

A pesar de las expectativas iniciales, no se han creado modelos homogéneos para los exámenes ni se han acordado criterios unificados de corrección. Lo que sí ha cambiado de manera significativa es el peso de la ortografía, que ha pasado del 10% al 20% en la calificación final. Esta decisión ha generado un intenso debate en la comunidad educativa, ya que varios educadores advierten que este aumento podría perjudicar a aquellos alumnos que, aunque carezcan de una perfección ortográfica, demuestran un gran conocimiento del contenido.

La falta de estándares comunes puede llevar a inconsistencias en la evaluación, lo que es motivo de preocupación entre los estudiantes, quienes se sienten abrumados por la falta de directrices claras. Además, algunas universidades están estudiando la posibilidad de implementar pruebas adicionales o criterios específicos que podrían sorprender a los futuros bachilleres.

A medida que se acerca la fecha de los exámenes, la incertidumbre crece y muchos se preguntan si están realmente preparados. Mientras tanto, los estudiantes hacen un llamado a las autoridades educativas para que reevalúen esta situación y busquen una solución que beneficie a todos. Este año, la Selectividad promete ser más intensa que nunca.