Andrés Manuel López Obrador ha tomado su último día como presidente de México mientras el país se prepara para dar la bienvenida a Claudia Sheinbaum Pardo, quien hará historia al convertirse en la primera mujer presidente. A sus 70 años, López Obrador se despide del poder en una jornada llena de emociones, simbolismo y celebraciones por todo el país. En su última Mañanera, no aceptó preguntas, se sumergió en un balance de su administración, rifó su reloj ante un grupo selecto de funcionarios y fue sorprendido con una canción especial de despedida por su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller.

La ceremonia oficial de transición se llevará a cabo mañana en la Cámara de Diputados, donde López Obrador entregará la banda presidencial a Sheinbaum, marcando así el inicio de una nueva era política en México. Se espera un cambio significativo en el enfoque de gobierno, ya que muchos ciudadanos tienen altas expectativas sobre su capacidad de liderazgo. De acuerdo con una reciente encuesta de De las Heras Demotecnia, el 75% de los mexicanos cree que el país mejorará bajo el mando de Sheinbaum. Sin embargo, los retos son grandes, con la inseguridad como uno de los problemas más urgentes a abordar, seguido por la calidad de los servicios de salud y la educación.

Claudia Sheinbaum, en una cena protocolaria en el Museo de la Ciudad de México, ha contado con la presencia de líderes internacionales, incluyendo a Jill Biden, quien destacó el significado histórico de tener una mujer en la presidencia. En su discurso, Biden enfatizó la importancia de trabajar en conjunto por un futuro más próspero y seguro. El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, fue el anfitrión del evento, que contó con la participación de otros mandatarios latinoamericanos.

La comunidad internacional ha respondido positivamente al ascenso de Sheinbaum. Diosdado Cabello, un destacado político venezolano, también expresó su felicitación, al igual que la Iglesia Católica en México, que ha hecho un llamado a la nueva presidenta para enfrentar el crimen organizado con firmeza y establezca políticas para combatir la pobreza y la desigualdad.

A medida que Claudia Sheinbaum toma el timón de México, se espera que su administración introduzca reformas significativas y un nuevo enfoque en la gobernanza, que refleje el apoyo masivo del pueblo mexicano. Desde su posición en la alcaldía de la Ciudad de México, ha demostrado ser una líder fuerte y estratega, y ahora, frente a la presidencia, deberá enfrentar los desafíos que representan una nueva época en la política mexicana. La atención está centrada en México, y el mundo espera ver cómo Sheinbaum manejará las riendas de una nación ansiosa por el cambio.