En un impactante giro de los acontecimientos, Naim Qassem, secretario general del grupo terrorista Hezbollah, ha pedido a las nuevas autoridades en Siria, principalmente representadas por el grupo yihadista Hayat Tahrir al Sham (HTS), que levanten las armas contra Israel. Esta demanda surge tras recientes ataques aéreos israelíes en Siria, dirigidos a eliminar arsenales que pertenecían al antiguo régimen de Bashar al Assad.

Qassem, en un mensaje claro y contundente, expresó: "Esperamos que este nuevo partido en el poder vea a Israel como un enemigo y no busque normalizar relaciones con él." Estas declaraciones son las primeras que emite desde el derrocamiento de Assad, lo que marca un cambio significativo en la dinámica del poder en la región.

Hezbollah, conocido por su alianza con Assad, Rusia e Irán, ahora se enfrenta a una nueva realidad marcadamente caótica tras la pérdida de control de Assad. Este nuevo entorno ha facilitado un resurgimiento yihadista que culminó con la captura de Damasco por parte de opositores al régimen que, según informes, han puesto a Assad y su familia en una situación de fuga hacia Rusia.

Durante su intervención el domingo, Qassem se mostró cauteloso, afirmando que la situación en Siria sigue siendo extremadamente inestable y prefirió no emitir juicios sobre las nuevas autoridades hasta que se estabilicen y definan su posición. A pesar de esto, criticó la caída del régimen de Assad, indicando que representa una pérdida significativa del "suministro militar" que Hezbollah solía recibir a través de Siria, aunque él minimizó la importancia de este punto.

Bajo el liderazgo de Assad, Hezbollah mantenía una ruta de suministro clave para armas y equipos procedentes de Irán a través de Irak y Siria hacia Líbano. Sin embargo, desde que los combatientes opositores tomaron el control de la frontera con Irak y luego Damasco, esta ruta ha sido severamente comprometida. A pesar de este revés, Qassem fue optimista, sugiriendo que una nueva administración en Siria podría reactivar estas rutas de suministro, señalando que "la resistencia es flexible y lo importante es su continuidad".

En su discurso, además, Qassem sostuvo que la situación actual en Siria no debería afectar a Líbano más allá de lo que ya se ha mencionado. Deseó una inminente estabilidad para Siria, conforme a los deseos de su pueblo, según informaciones de la cadena Al Mayadeen.

Hezbollah, que cuenta con el respaldo de Irán, ha enfrentado presión tras más de un año de enfrentamientos con Israel, que se intensificaron a raíz de la guerra en Gaza. La situación en la frontera sur de Líbano ha escalado hasta convertirse en un conflicto generalizado.

Durante su discurso, Qassem reafirmó que el acuerdo de alto el fuego establecido con Israel no implica que Hezbollah deba desarmarse. Este acuerdo, que durará 60 días, estipula el despliegue de las fuerzas militares libanesas y las fuerzas de mantenimiento de paz de la ONU en el sur del Líbano, mientras que las fuerzas israelíes y los militantes de Hezbollah se reubicarían en diferentes áreas.

Es importante recordar que Hezbollah fue el único grupo armado en Líbano que se negó a desarmarse tras la guerra civil de 1975-1990, prometiendo continuar su lucha contra Israel. Con la situación actual en pleno desarrollo, muchos se preguntan: ¿estamos al borde de un nuevo conflicto en la región?