Detrás de cada producto de alta calidad, como los dispositivos médicos de Almirall, las sierras de Bosch o las motos de Rieju, encontramos una pequeña pero poderosa empresa de diseño: Ànima Design. Esta compañía, originaria de Barcelona, ha estado trabajando desde hace más de 20 años para algunas de las multinacionales más reconocidas del mundo, siendo el cerebro detrás de sus innovaciones y lanzamientos.

Fundada en 2002 por Diego Quiroga, Ànima Design comenzó su trayectoria en el sector de la carpintería, especializándose en el diseño de herramientas como sierras y taladros. Su primer gran éxito fue con la firma Casals, lo que le permitió abrirse camino y posteriormente colaborar con gigantes del bricolaje como Bosch, Makita y Hitachi. Sin embargo, la verdadera transformación de la empresa ocurrió en 2020, cuando se aventuró en el sector médico, coincidiendo con la creciente demanda de tecnología de salud durante la pandemia.

Con un equipo de 28 profesionales y oficinas en Estados Unidos y China, Ànima Design ha prosperado en un entorno global, logrando que un impresionante 70% de sus ingresos provengan del mercado internacional. "Recibimos solicitudes de grupos farmacéuticos que necesitaban fabricar respiradores, y a partir de eso se establecieron relaciones estratégicas que han superado nuestras expectativas", explica Quiroga.

Este año la compañía espera facturar 2,5 millones de euros, un crecimiento notable respecto a los 1,9 millones del año anterior, con un 65% de esa cifra proveniente del sector médico. Entre sus colaboraciones significativas se incluyen desarrollos para empresas como Almirall, Roche y Grifols, así como asociaciones con hospitales, como el Clínic y Sant Joan de Déu, donde diseñaron un simulador intrauterino de un sistema de placenta artificial, galardonado con el prestigiado premio Delta d’Or de ADI-FAD.

Ànima Design no solo destaca por su innovación continua, sino también por los 110 productos que han llevado a la obtención de patentes, creados íntegramente por su equipo. La empresa se ha mantenido firmemente firme en su independencia, rechazando ofertas de inversores externos, lo que les permite tener control total sobre su desarrollo y dirección. El EBITDA de la compañía se sitúa en un sólido 33-35%.

Con miras hacia el futuro, Ànima Design tiene planes de expansión en el mercado español con una nueva delegación en Madrid, que se sumará a su sede en Barcelona. Además, su incursión en el mercado chino ha sido clave, estableciendo una oficina en Shenzhen para colaborar de manera directa con fabricantes locales, y así acelerar la producción de sus innovadores diseños a gran escala.

Sin duda, Ànima Design no solo se destaca en el ámbito del diseño industrial, sino que se está consolidando como un actor crucial en la revolución de la medicina moderna, ayudando a salvar vidas con sus innovaciones. ¡El futuro se presenta brillante para esta joya del diseño en España!