Una auténtica tragedia fue evitada en el Club Hípico de Málaga gracias a la rápida intervención de los servicios de emergencia. Un desbordamiento de un arroyo cercano, provocado por las intensas lluvias, inundó los establos donde se encontraban 41 caballos en peligro inminente de ahogarse. La situación se volvió crítica con el agua subiendo rápidamente, dejando a estos animales atrapados y vulnerable ante la inminente tragedia.

Los héroes en esta historia son los bomberos, la Policía Local y varios voluntarios que respondieron a un llamado de auxilio difundido en redes sociales: «Urgente. Por favor, necesitamos ayuda. Alguien que tenga radiales de batería. En la Hípica se están ahogando los caballos ya que no pueden abrir las puertas. No hay luz. Por favor, ayuda». Esa súplica no cayó en oídos sordos.

En menos de una hora, dos dotaciones del Real Cuerpo de Bomberos y diversos agentes de la Policía Local llegaron al lugar. De acuerdo con testigos, trabajadores de una obra cercana también acudieron con herramientas esenciales para ayudar en el rescate. Esta colaboración resultó ser clave para salvar a estos animales.

Una vez en la escena, los equipos de rescate se centraron en abrir los establos y llevar a los caballos a una zona elevada dentro del club. A pesar de su estado de angustia, todos lograron salir ilesos. Aunque los caballos fueron llevados al aire libre y estaban a salvo, el estrés del momento se hacía evidente en sus miradas.

Alumnos de la escuela de equitación también se unieron a los esfuerzos de rescate, mostrando una gran dedicación y valentía en una situación tan alarmante. Sin embargo, la tragedia reveló también deficiencias en la seguridad del club. Algunos testigos, alarmados ante lo ocurrido, expresaron su descontento y pidieron que se implementaran medidas preventivas ante lluvias intensas, especialmente en una zona de riesgo como esta.

Por otro lado, la infraestructura también sufrió daños significativos. El área que alberga los establos y el bar quedó muy afectada, con un camino que conecta con la carretera principal severamente erosionado. Aunque este camino aún era transitable, la fuerza del agua fue devastadora, creando una nueva preocupación para la comunidad del club.

Este increíble rescate no solo salvó vidas, sino que también puso de manifiesto la importancia de la colaboración y la preparación ante situaciones de emergencia. "¡Nunca olvidaremos este día y el coraje de quienes ayudaron!", compartió uno de los participantes en el rescate, mientras los caballos recuperaban su calma.