16:13 ET (20:13 GMT) 3 de octubre de 2024

Israel continuará su ofensiva contra Hezbollah en Beirut y otras regiones del Líbano, según declaraciones del jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), el general Herzi Halevi. En un mensaje en video, Halevi afirmó que el ejército está "decidido a destruir" la infraestructura de Hezbollah y a eliminar cualquier amenaza cerca de la frontera, haciendo hincapié en los ataques que este grupo militante podría realizar contra civiles israelíes.

La escalada de tensiones se intensifica a medida que Israel incrementa sus ataques aéreos y de artillería en áreas estratégicas. Recientemente, se reportaron ataques en el sur de Israel, donde imágenes satelitales mostraron graves daños en la Base Aérea de Netavim tras un lanzamiento de misiles por parte de Irán, lo que ha llevado a una respuesta militar contundente de Israel.

Mientras tanto, alrededor de 250 ciudadanos estadounidenses han sido evacuados de Líbano en vuelos organizados por el Departamento de Estado de EE.UU. El precio de los vuelos comerciales es alto, y el gobierno estadounidense ha ofrecido préstamos a aquellos que no pueden cubrir el costo.

Desde el inicio del conflicto, más de un millón de personas han sido desplazadas en el Líbano, y el ministro de Economía libanés, Amin Salam, denuncia la devastación que está causando la ofensiva israelí, afirmando que "no tiene ningún objetivo" y solo está destruyendo el país. Las cifras de muertos en ambos lados continúan aumentando, y la situación humanitaria se vuelve crítica con hospitales y refugios desbordados.

Las FDI también han confirmado la muerte de varios soldados israelíes en combates recientes, y se informan pérdidas significativas entre las tropas de Hezbollah, incluida la eliminación de varios de sus comandantes en ataques de precisión.

En un contexto regional, el impacto del conflicto se extiende más allá de las fronteras. Hasta ahora, se estima que 160,000 personas han cruzado de Líbano a Siria debido al aumento de la violencia. La ONU alerta sobre la creciente crisis humanitaria mientras los refugiados buscan seguridad.

En paralelo, el presidente de EE.UU., Joe Biden, insinuó la posibilidad de que Israel ataque las instalaciones petroleras de Irán, sugiriendo que el apoyo militar estadounidense podría extenderse en respuesta a las recientes agresiones iraníes. Mientras tanto, las celebraciones judías del Rosh Hashaná se vieron opacadas por la preocupación por los rehenes israelíes en Gaza y la escalofriante cuenta de víctimas en los territorios palestinos, que ya supera los 41,000 desde el inicio de la guerra.

La situación en Medio Oriente continúa siendo volátil, y cada nuevo ataque amenaza con desestabilizar aún más la región.