La reciente intensificación del conflicto en Oriente Medio, tras la intervención de Irán, ha generado múltiples especulaciones sobre el futuro de la región. Un posible ataque de Israel a las infraestructuras petroleras de Irán podría desatar una crisis económica significativa. Informes del medio estadounidense Axios sugieren que un ataque podría afectar gravemente las exportaciones de petróleo iraní, que actualmente son el principal sustento del régimen iraní. Desde hace cinco días, los precios del petróleo han ido en aumento, y esta situación podría ejercer más presión sobre este recurso esencial. Además, Israel podría obligar a otros países productores a inundar el mercado con petróleo para contrarrestar cualquier interrupción.

La industria petrolera representa aproximadamente el 20% del Producto Interno Bruto (PIB) de Irán y es un eslabón crucial en su economía, según expertos como Viktor Katona de Kpler. Este enfatiza que los puertos de exportación, que representan una vía vital para las exportaciones del país, se encuentran en el punto de mira. La terminal de Jark, en el golfo Pérsico, es la principal vía para las exportaciones de crudo.

Geográficamente, la mayoría de los pozos petroleros están concentrados en el suroeste del país, cerca de las fronteras con Irak y Kuwait. Sin embargo, las refinerías se distribuyen en su vasta extensión, incluidos lugares cercanos a Teherán. El potencial de daño a la economía iraní a través de un ataque a la infraestructura petrolera es alarmante, y cualquier respuesta podría ser desproporcionada, intensificando aún más el conflicto en la región.

Recuperación inesperada y pesares de sanciones

A pesar de las sanciones económicas y la reducción de inversiones, Irán ha mostrado señales de recuperación en su producción petrolera, especialmente después de la invasión rusa de Ucrania que ha abierto nuevas oportunidades para su crudo. Actualmente, Irán exporta alrededor de 3.2 millones de barriles diarios, casi alcanzando su capacidad máxima. Esto lo posiciona como el tercer mayor productor de la OPEP, justo detrás de Arabia Saudí e Irak.

Irán también depende de las compras de países que no reconocen las sanciones estadounidenses, siendo China su principal socio. Cualquier alteración en el suministro de crudo iraní repercutiría en el mercado global, especialmente en Asia, donde el petróleo iraní es vendido a precios significativamente más bajos que los del mercado internacional.

Reserva de petróleo y gas asombrosas

Irán posee las terceras mayores reservas de petróleo del mundo, estimadas en más de 200.000 millones de barriles, solo superadas por Venezuela y Arabia Saudí. Su posición geográfica, estratégica en el estrecho de Ormuz, permite a Irán ejercer un control considerable sobre el comercio del petróleo, dado que a través de estas aguas transita alrededor del 20% del petróleo del mundo. Además, las reservas de gas de Irán son incluso más vastas; se estima que posee la segunda mayor cantidad del planeta, justo detrás de Rusia.

Debido a su importancia en el mercado de las energías, el desarrollo de su sector energético es fundamental no solo para la economía de Irán, sino también para la dinámica del mercado global. La delicada situación actual refleja cómo el juego de poder en la región puede afectar no solo a Irán, sino también a la economía y el abastecimiento energético mundial. ¿Estamos enfrentando un nuevo capítulo en la guerra de recursos del Medio Oriente? ¡Continúe siguiendo las noticias para descubrir cómo se desarrolla esta tensa situación!